Una pareja malagueña para plantar cara en la élite mundial

Son las voces de la experiencia en la provincia. Hace años que Navarro prescindió de las cartas de presentación; basta con decir que para muchos, se la considera la 'reina' del pádel, una de las pioneras de este deporte, exnúmero uno mundial durante 9 años y, a día de hoy, a sus 47 años (dentro de un mes los cumple), se mantiene como la jugadora más veterana del WPT -además tanto en categoría masculina como femenina-. Todos los seguidores de este deporte la hemos escuchado entonar aquello de 'creo que este será mi último año'. Aunque ese, por fortuna, nunca llega. «Me quedan un año o dos, no sé, pero en realidad como llevo muchos años diciendo lo mismo y sigo aguantando y sintiéndome competitiva… Pues sigo», se sincera ella misma, en tono jocoso.

De hecho, este 2022, en su nada menos que 28ª temporada mundial (la de 2023 será la 29ª), la malagueña ha ganado a parejas de ránking superior e incluso ha plantado cara a las líderes; ha mostrado una regularidad que le ha hecho acabar el año como la nº 25 del ránking, reivindicando su buen estado de forma. Incluso, volvió a participar en un Mundial absoluto, esta vez como líder de la selección sueca, su nacionalidad materna. Esa misma regularidad, por desgracia, no acompañó a la hora de formar equipo, lo que desembocó en varios cambios de pareja, que siempre truncan la estabilidad.

Por ello, cara al 2023, quiso buscar un proyecto diferente, basado en sus raíces y en la experiencia profesional. Pero, aunque muchos lo piensen, no fue ella la que tuvo la iniciativa de llamar a Mari Carmen Villalba para formar pareja. La esteponera de 35 años quizá es más desconocida para el gran público, pero no para los seguidores de este deporte, que llevan viéndola competir al más alto nivel mundial desde hace 12 años (este será el 13º). Ella fue la que decidió llamar a su paisana. Y, emocionada por la idea de formar un equipo de la provincia, Navarro, accedió.

De hecho, explica: «Me hacía especial ilusión formar una pareja malagueña, algo que nunca se ha hecho». Y continúa asegurando que esta era una unión que se planteó, sin suerte, años atrás. «Ha habido varios momentos en los que pudo ser, pero se ha dado ahora. A mi me llega en un momento superimportante, Mari Carmen es justo lo que busco ahora: por la lucha, la garra, es una jugadora que motiva en pista… Muchos partidos se ganan con la garra y el corazón y creo que de eso no nos va a faltar». Aún es pronto para definir un objetivo -se están empezando a entrenar tras las vacaciones de Navidad-, pero Navarro ya sueña en grande: «Ojalá un Máster Final (sólo acceden los 16 mejores del ránking), sería increíble. El circuito está superdifícil, pero también está todo muy igualado, así que ojalá».

Volver a un Máster Final implicaría estar entre las 8 mejores parejas de la clasificación mundial. Un gran reto, que además sería inédito en el caso de Villalba, que ha rondado este objetivo varios años, pero sin suerte. «Mirando al final de la temporada, la ilusión sería el Máster Final, aunque es complicado. A ver si podemos ir sumando rondas de cuartos y victorias e ir creciendo poco a poco, a ver hasta dónde podemos llegar», refrenda la esteponera. Villalba, muy activa siempre en el ámbito deportivo al haber sido también entrenadora de tenis, es una de las jugadoras más ágiles y rápidas de la zona alta del circuito, además, destaca por su buen nivel defensivo y su potente revés a dos manos.

Sobre el papel, Navarro y Villalba son jugadoras que se complementan. Pero lo más importante es el bagaje de ambas: «Ella tiene mucha experiencia, sobre todo para los momentos importantes. La experiencia y lo trabajadoras que somos serán nuestros puntos fuertes y luego físicamente estamos las dos bien, yo estoy muy bien, me muevo rápido», asegura. Para ella, jugar de la mano de Navarro (aun en este momento de su carrera), supondría un salto de calidad, que podría hacerle subir de este nº34 en el que acabó el año.

Una pareja cien por cien malagueña que, al igual que cuando Álex Ruiz y Momo González decidieron unir sus caminos el pasado 2022, ya está ilusionando al público de la provincia, que disfruta viendo cómo el talento malagueño puede plantar cara a cualquier pareja del mundo. Sólo queda esperar para ver cómo funcionan juntas.