Oumaiz revienta en Lisboa

Sin pasar por la transición de la competición sub-23 y después de ser subcampeón continental el año pasado en Tilburg (Holanda), el atleta del Cueva de Nerja llegaba a la cita como líder del conjunto español. No era una situacion forzada, por más que pueda parecerlo después de los acontecimientos, ya que venía de imponerse en el cross de Atapuerca y de ser cuarto en el de Soria esta temporada (en dos de las ocho pruebas más importantes del calendario mundial de esta disciplina), tras reaparecer de una fractura por estrés en el sacro. Además, fue campeón de España absoluto en Cáceres y también estuvo en el Mundial absoluto de Aarhus (Dinamarca) en el que fue vigésimo y el segundo europeo. Precisamente, por detrás del sueco Robert Fsiha, que fue el vencedor ayer.

Sin embargo, Oumaiz no pudo brillar como pretendía. La última referencia oficial que se le tomó fue de 16:48 en los 5.625 metros (de un total de 10.225, con varias vueltas a un exigente circuito). Tras ir en cabeza y pasar líder el primero de los parciales (625 metros), fue perdiendo posiciones de forma progresiva, hasta el punto de que le fueron superando otros componentes del equipo español, como Toni Abadía o Fernando Carro y estaba a 17 segundos del grupo cabecero.

Como suele ser habitual en él, salió a por todas y pasó como líder por el primer punto de referencia (a los 625 metros), con 1:46. Pero bajó a la sexta plaza en el segundo (1.125, con 3:15), a laséptima en el tercero (2.625, con 7:38), iba duodécimo en el cuarto (4.125, con 12:11) y el mencionado decimosexto en el quinto, monentos antes de su echarse a un lado casi al alimón que su compatriota Nassim Hassaous.

Como suele ser habitual los atletas de origen africano llevaron la voz cantante. Fsiha (29:59) se impuso por delante del turco Aras Kaya (30:10) y el italiano Yemaneberhan Crippa (30:21). Otra de las decepciones fue la del noruego Filip Ingebritsen, vencedor en 2018 y que fue duodécimo. Curiosamente, su hermano Jakob se impuso en la prueba sub-20, tras decidir ser cabeza de ratón antes que la incógnita de su rendimiento con los sénior. No fue la decisión de Oumaiz, que no tuvo su mejor día cuando había sido acompañado por un buen grupo de seguidores de su pueblo, que se desplazaron en un autobús desde la localidad costasoleña. Al menos España pudo rescatar un bronce por equipos, con Toni Abadía (undécimo), que ahora se está pasando al maratón, el guerrero Fernando Carro (vigésimo) y Carlos Mayo (decimocuarto), este tras dos años lesionado.

Ahora bien, España, que también obtuvo un bronce individual sub-23 no se fue de Lisboa con un buen resultado, ni mucho menos. En realidad es el peor botín desde Bruselas 2008, cuando sólo se ganó una medalla, pero de oro. Además, la prueba femenina sénior fue para la turca Yasemin Can (26:52), que ganó su cuarto oro consecutivo a costa de la noruega Karoline Bjerkeli Grovdal, plata después de cuatro bronces seguidos.

Sin tiempo casi para rumiar la decepción, Oumaiz tomó un vuelo poco después de la seis de la tarde para unirse con su técnico, Antonio Serrano y un grupo de atletas a un 'stage' de dos semanas en Sudáfrica en altura. El malagueño aún podrá participar en alguna prueba más de campo a través, como la de Itálica (sevilla) antes de preparar el otro gran objetivo de la temporada, lograr una más que exigente mínima olímpica en 5.000 metros (13:13.5o). Él no ha bajado de 14:56.19, en una marca que data de 2017.