Una nueva atleta malagueña se une a la élite continental

Su crecimiento ha sido exponencial, aunque precoz: lleva siendo medallista nacional desde la categoría sub-18, subiendo al podio de los campeonatos de España cada año hasta la actualidad. Hace sólo unos días fue subcampeona nacional sub-23 y hace unos meses consiguió su primer metal absoluto (bronce), eso sí, en la temporada invernal. Es más, actualmente, gracias a una mejor marca de 53,45 en lanzamiento de disco, es segunda en el 'ranking' español absoluto. Una progresión que le ha hecho recibir la llamada de la selección española por primera vez en su carrera cara a su primera gran cita internacional: el Europeo sub-23 de Espoo (Finlandia), en el que debutará este viernes siendo, además, la única malagueña. Eso sí, le acompaña una compañera de club, la granadina Una Stancev.

Pese a que su nombre no suene muy malagueño, su acento sí que lo es. Su madre es barcelonesa y su padre nigeriano, pero las dos hijas de esta pareja nacieron en Málaga capital. Ella, alta y fuerte desde pequeña, ya prometía con su espectacular físico para un deporte como el atletismo. Se forjó en Carranque, donde comenzó a despuntar a las órdenes del extécnico del Club Nerja y olímpico cubano y ahora español, Lois Maikel Martínez. Y fue precisamente él quien le sirvió a ella de enlace cara a su siguiente destino.

Naomey atravesó una etapa complicada en Málaga que le hicieron apostar por cambiar de aires. «Me fui para mejorar mis entrenamientos. Me quería ir de Málaga, porque estaba bien con mi entrenadora, pero con el tema del Covid nos hicieron la vida imposible para entrenar en Carranque, lo pasé muy mal y llevé incluso la frustración a mi último año de instituto. Así que busqué opciones y me fui a Castellón», relata, resignada. «Siento que en Málaga invierten muy poco en el desarrollo deportivo de disciplinas que no sean fútbol o baloncesto. Ya sea por la falta de materiales, las instalaciones, el poco reconocimiento a los deportistas…», añade.

Recaló entonces en Castellón, muy reconocido a nivel nacional en cuanto a cantera de lanzadores. Allí se entrena junto al entrenador olímpico Toni Simarro. Obviamente, unos Juegos son el objetivo de todo atleta, pero ella, estudiante de Psicología y muy aplicada y madura desde joven, sabe que es mejor centrarse en el presente. Para empezar, en el ilusionante reto que se le plantea en Filandia. «Me veo muy bien de técnica, aunque mis marcas han sido muy normalitas en las últimas competiciones, pero me veo motivada e ilusionada y creo que puedo hacer marca personal, aunque luego nunca se sabe», se sincera. Y apunta: «Lo importante es verte capaz de hacerlo, si consigues eso, no es imposible».

Este puede ser el punto de partida a nivel internacional de este talento malagueño. Y es que, además, no abundan las atletas de la provincia en el más alto nivel en categorías sub-23 o ya absoluta. De hecho, a día de hoy, sólo Isidro Leyva (pértiga), Laura Aguilera (heptatlón) y ella, son los firmes aspirantes a medallas nacionales y a vestir la equipación de la selección. «Este año mi meta es meterme en el podio del Nacional absoluto. Eso, y poder firmar un buen papel en este Europeo», valora.