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Nico Rosental celebra uno de sus tres goles al equipo hispalense. Mauri Conde
Nico Rosental, la garra argentina del Ciudad Redonda
Fútbol-sala

Nico Rosental, la garra argentina del Ciudad Redonda

El ala-pívot de 21 años cedido por el Peñíscola está siendo una de las sensaciones de la temporada en el cuadro malagueño, que suma 12 goles en lo que va de curso y le endosó un 'hat-trick' al Betis en un partido especial

Nacho Carmona

Málaga

Domingo, 2 de febrero 2025, 01:09

En el Málaga Ciudad Redonda (el antiguo UMA Antequera), un equipo eminente e históricamente local, siempre han llamado la atención los pocos extranjeros que han pasado por aquí, que cada vez son más. Este año el acento lo pone Nico Rosental (Buenos Aires, 2003), un ala-pívot cedido por el Peñíscola que se presenta a la Segunda División del fútbol-sala español esta temporada como una de las sensaciones del equipo, que juega y compite con los colores de su bandera, la albiceleste.

Suma 12 goles en 16 partidos y, pese a su juventud, está siendo un pilar fundamental en los esquemas de Tete y Crispi. También más allá de los goles. Sus entrenadores destacan su pegada y, sobre todo, su intensidad. «Tiene un carácter competitivo muy interesante para la edad que tiene. Tiene un margen de mejora importante y se ha adaptado al grupo fenomenal», dice el entrenador asistente del equipo, que elogia también su capacidad de liderazgo. El propio Rosental se define a sí mismo como un jugador guerrero, competitivo y a que le encanta marcar goles. Ambicioso, está seguro de que su mejor nivel está aún por llegar.

En Málaga, el jugador afirma estar contento y feliz. «Cuando me encontré con el equipo noté que estaban muy unidos. Me incluyeron a mí y también a los nuevos muy rápido. El grupo es espectacular y el cuerpo técnico también», comienza expresando, dejando claro que su adaptación a Málaga, tras dos aventuras poco fructíferas en el Burela y en el Atlético Mengíbar, fue muy rápida y orgánica.

El argentino intenta zafarse de un jugador del Real Betis. Mauri Conde

A sus 21 años ya sabe lo que es reponerse de malas experiencias. A aprendido a gestionar lo bueno y lo malo. Y lejos de sus padres y de su casa. Rosental es un joven que se ha visto obligado a madurar deprisa y a destiempo, pero que ahora recoge los frutos de todo ese proceso. «El primer año fue muy difícil aprender a hacer las cosas por mí solo. No es sólo el fútbol, es la vida. te cambia rotundamente».

Con 17 años dio el salto a la Primera División argentina, pero su 'boom', su salto definitivo, llegó en la siguiente temporada, en la que marcó 30 goles. Un agente se puso en contacto con él y lo llevó hasta España. Hasta el Peñíscola, concretamente. «Los primeros seis meses allí fueron difíciles. Llegan a mitad de temporada no es fácil y menos para mí, porque la Liga cambia mucho», se sincera. El salto entre el fútbol-sala en Argentina y en España, asegura, es grande. El de su país natal es más físico y este, en el que está ahora inmerso, es más estratégico, cuenta.

En Málaga siente la confianza de los entrenadores y eso es algo que, asegura, se plasma en la pista. Lo cuenta relatando una situación real: «En el primer partido de la temporada, contra O Parrulo, jugué mal. Me agarraron y me dijeron que estuviera tranquilo, que confiaban en mí y que un partido malo puede tenerlo cualquiera». Sentir el calor del equipo fue determinante para explotar su juego aquí.

Un cambio positivo

Rosental vivió en primera persona el cambio de identidad del club, 'desapareciendo' como UMA Antequera y 'naciendo' como Málaga Ciudad Redonda. Un hito que marca un antes y un después en el equipo de referencia del fútbol-sala masculino en la provincia. «En mi opinión y en la de los compañeros, el cambio es a mejor. Entrenamos y jugamos en Málaga, y eso da al club otra visibilidad. La gente poco a poco se va animando más y el pabellón se llena cada partido un poco más», expresa.

A la ciudad también se ha adaptado a las mil maravillas. En su tiempo libre le gusta entrenar y hace del fútbol-sala una parte importante de su personalidad. «Por suerte, Burrito tiene una escuelita y me metí a dirigir un grupo con los nenes. Es hermoso ver crecer y progresar a los pequeños», cuenta. Su compañero, el malagueño, ideólogo de esa escuela, es el 'pichichi' de la Segunda División : lleva la friolera de 14 tantos en 16 partidos, dos más que el argentino. Juntos forman la dupla más letal de la categoría.

El grupo cree en el ascenso. Rosental define esa palabra como «un sueño», pero asegura que el objetivo es clasificarse para los 'play-off'. El equipo ahora mismo es cuarto en la tabla y se encuentra bien posicionado cara al 'target' que se marca para este curso, y gana en moral con el paso de las jornadas.

El último gran golpe del Ciudad Redonda llegó hace algo más de una semana, el día que se impuso al Betis (5-4) con un 'hat-trick' suyo. Un partido especial y con cierto morbo después de lo sucedido hace dos temporadas, cuando el último descenso del entonces UMA Antequera a Segunda: el Betis empató sin goles ante el Xota para sellar su salvación y mandar al cuadro malagueño a Segunda. Un 'biscotto', porque los tres equipos estaban luchando por permanecer. «Eso generó mucha rivalidad. Yo no estuve allí, pero me lo tomo como si estuviera», dice para concluir, reivindicando su sentimiento de pertenencia.

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