Natalia de Miguel y Teresa Díaz se quedan a cuatro puestos del billete olímpico

Les faltó tiempo de preparación como pareja a De Miguel y Díaz, que formaron equipo hace sólo unos meses. Aun así, se convirtieron en la mejor baza nacional de esta embarcación para a la carrera olímpica. Llegaron a este campeonato con sólo una prueba previa a sus espaldas, pero con ambición y muchas horas de preparación a sus espaldas. Tropezaron en la primera regata, en la que concluyeron últimas, con un tiempo de 7:25.95, muy alejadas de las cabezas de carrera.

Sin embargo, sorprendieron mejorando hasta en cinco segundos en la regata de repesca, al día siguiente. Con un registro de 7:20.23 (el más rápido que lograron en todo el Preolímpico), las malagueñas lograron el cuarto puesto en la misma, el último que les otorgaba el pase a la final de la cita. Una última carrera de altura, con potencias mundiales como Francia, Australia o Italia en liza y en la que se repartirían los dos últimos billetes olímpicos para la disciplina.

Lideró la embarcación gala (Tarantola/Bove) de principio a fin, con un gran tiempo de 7:02.54, seguida muy de cerca por una Grecia que dio la sorpresa con Kontou/Fitsiou, realizando un gran papel con una marca sólo 2.53 segundos superior. Le siguieron en la clasificación Australia, Italia, Suiza y España, en este orden; naciones que no remarán este verano en París. Las malagueñas fueron últimas, con un tiempo de 7:21.97, quedándose así a unos 19 segundos, o lo que es lo mismo, cuatro puestos, del sueño olímpico.