Natalia Baldizzone: «Aún no me lo creo, esto es un sueño para mí»

Acaba de almorzar. Descuelga el teléfono desde Paraguay y sus primeras palabras se entrecortan de emoción: «Aún no me lo creo, es que estoy muy emocionada», admite Natalia Baldizzone. Es su tercera participación en un Mundial, la primera fue en categoría junior en 2018 y quedó campeona, la segunda ya en la absoluta quedó en quinto puesto y, ahora, es la campeona del mundo en categoría sénior en la modalidad de Solo Danza. «Esto es un sueño para mí, todavía estoy como volando un poco», confiesa la patinadora fuengiroleña desde el otro lado del teléfono.

Y esto es algo que Baldizzone lleva en la sangre. Su madre, Angélica Morales, es una de las pioneras del patinaje en Fuengirola y actual entrenadora del Club El Tejar, donde entrena la actual campeona del mundo. Por eso es que cuando esta joven patinadora de 19 años recuerda sus inicios, resulta casi inevitable que recuerde que casi echó a andar a la vez que patinó. «Todo empezó con 15 meses. Y desde ahí llevo toda la vida dedicada a esto», comenta Baldizzone.

Al hablar de lo que ha sentido sobre la pista en este Mundial, la patinadora fuengiroleña asegura que ha dejado que «todo fluyera». «En la primera prueba sí que estaba muy nerviosa, pero luego ha ido bien. Es que había bastante competencia», confirma la malagueña. Pero al final factores como la constancia son los que la han llevado a estar ahora en lo más alto del patinaje artístico: «Para prepararme este campeonato entrenaba todos los días desde las siete de la mañana y después por la tarde también dedicaba unas cuantas horas a estiramientos, técnicas...», explica.

No será hasta el sábado cuando Natalia Baldizzone pise tierras malagueñas, pero ella ya tiene los pies en la tierra y ahora no quiere parar ni dejar de crecer. «Ahora toca volver a casa y volver a empezar a trabajar pensando ya en la temporada que viene», concluye la patinadora.

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