Secciones
Servicios
Destacamos
MARINA RIVAS
Jueves, 30 de enero 2020, 00:32
Tienen entre 40 y 60 años, son malagueñas y todas cuentan con un oficio por el que se ganan la vida por lo que el remo, más allá de una pasión, es realmente un 'hobby' para ellas. Sin embargo, algo cambió en su ... mentalidad cuando recibieron una invitación del Club de Remo San Nicolás, de Vizcaya, hace escasas semanas. La entidad vasca organiza desde hace ocho años el popular Descenso de Traineras San Nicolás en Portugalete, y en esta ocasión, buscaron ampliar la participación invitando a equipos de toda España. Motivadas ante lo que sería un reto innovador, las veteranas del Real Club Mediterráneo decidieron aceptar la propuesta.
Este equipo se reúne tres veces por semana a entrenarse, a las órdenes de un joven universitario y remero del club, Paco Martí, que también cuenta con la ayuda de Javier Madrid. Ellas son Mercedes López, Montserrat de Cuadra, Carmen Atencia, Eugenia León, Elena Matamala, Ana Salas, Francisca Ramos, Susana Díaz, María Maldonado, Encarni Torrecilla, Rocío Alcaide, Verónica Bruno y Enedina Puertas. Y no era la primera vez que este conjunto de veteranas abrían sus puertas al mundo de la competición; de hecho, acuden a diversas competiciones de carácter regional y nacional durante la temporada. Sus especialidades son la liga de jábegas malagueña y los llauts, una embarcación típica de las Islas Baleares. Nunca antes habían medido sus fuerzas en una trainera, la embarcación tradicional de la costa cantábrica y de gran calado especialmente en el País Vasco, con la que debían competir en la prueba de Vizcaya. «Pasamos de una jábega, que aporta más estabilidad y en la que vamos siete remeras, a una trainera, en la que remamos trece a la vez. Nos entrenamos para esta prueba sólo durante dos semanas y con una trainera que había en el club y nadie utilizaba», comenta una de sus integrantes, López, de 52 años y que es trabajadora en una gestoría y también nadadora veterana con el Real Club Mediterráneo.
Así, sin miedo e ilusionadas, organizaron entre las trece el viaje al Norte, que financiaron de su propio bolsillo, ilusionadas por competir por primera vez tan lejos de casa. A su llegada también llamaron la atención entre los asistentes, porque de las 39 embarcaciones que participaron en esta cita en Portugalete, sólo siete fueron femeninas y de estas dos de veteranas.
Además, según les explicó la propia organización del evento a las malagueñas, fueron las primeras remeras andaluzas en acudir a esta competición a lo largo de sus ocho ediciones. «Había gente sorprendida por ver a veteranas allí, pero todos aplaudieron nuestro esfuerzo a la llegada. Nos sentimos muy arropadas y además agradecidas al club local, que nos cedió la embarcación y un patrón», valora López. Este patrón, la decimocuarta persona sobre la trainera, se sitúa en la parte delantera del bote y marca los ritmos y la dirección.
Esta prueba en concretó constó de un recorrido de 4.000 metros (para mujeres, veteranos y veteranas) a lo largo del río Galindo, desde su desembocadura hasta prácticamente el lugar donde el equipo posó para la foto, el conocido puente colgante de Portugalete. Marcaron un tiempo final de 19:11, entrando justo por detrás del otro bote de veteranas, del Mundaka.
A pesar de todo ninguna de las trece malagueñas recordará esta experiencia meramente por lo deportivo. «Después de esto, estamos ilusionadas, esperamos repetir en esta prueba y si surge la oportunidad de ir a alguna más, seguro que iremos», asegura López, haciendo de portavoz de todas sus compañeras. Una experiencia que demuestra que mientras exista una motivación, la edad seguirá siendo sólo un número, algo accesorio.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.