Moli deja el banquillo 33 años después

No obstante, Moli no abandonará el BeSoccer UMA Antequera. Da un paso al lado, en la pista, pero desempeñará a partir de ahora una labor de director deportivo, para poder explotar al máximo sus excelentes conocimientos para analizar el rendimiento de jugadores, con su buen dominio del mercado de futbolistas en Primera y Segunda que tantos réditos ha ofrecido en las últimas campañas a la hora de reforzar al equipo. Algunos han dado ya el salto a clubes más potentes, como Chillo (ala del Movistar Inter). Habitualmente muchos de los refuerzos los encontraba en los campeonatos universitarios, pero ahora tendrá más tiempo para hacer seguimientos en otros ámbitos. Además, continuará también con sus funciones de seleccionador universitario de fútbol-sala y director de la prestigiosa Academia de Valores “Red Blue” de la Liga Nacional de Fútbol Sala.

El  sucesor como entrenador del equipo será Tete, en las últimas temporadas su ayudante desde que se retirara de una larga carrera como futbolista. De esta forma, la reestructuración en el seno del club es importante. Hace unos meses se produjo la jubilación de Pedro Montiel al frente de la entidad y del deporte en la Universidad de Málaga, y su sucesor en el cargo es Eloy Cano, que era el vicepresidente de la entidad. Asimismo, la citada renovación en la dirección deportiva y en el banquillo.

Hay que recordar que el BeSoccer UMA Antequera ha descendido a Segunda esta campaña. Lo ha hecho matemáticamente varias jornadas antes del final después de una primera vuelta con 17 puntos, que ofreció fundadas esperanzas de permanencia, y después de sumar sólo cinco en la segunda, aunque cuatro de ellos después de estar ya descendido y ganando a un Movistar Inter con muchos canteranos en sus filas.

Moli, que también fue jugador de fútbol-sala, ya fue técnico ayudante en el Solidian Ciudad de Málaga (único precedente en Primera en el fútbol-sala malagueño antes del UMA), antes de comenzar como primer entrenador en el proyecto universitario malagueño. Por su experiencia y carisma, muchos jugadores le reconocen como un padre deportivo, y en los últimos meses se ha sobrepuesto también a la enfermedad.

El tándem Pedro Montiel-Moli ha conseguido consolidar una idiosincrasia al club, con una estructura prácticamente semiprofesional, que ha tenido dificultades para consolidarse en la élite –de hecho, las tres campañas en la máxima categoría se han saldado con otros tantos descensos–, con un presupuesto bajo y un perfil de jugadores estudiantes universitarios en su mayoría, pero esta fórmula, sufridora en la élite, ha ofrecido buenos resultados en Segunda, con tres ascensos en algo más de un lustro. Además, Moli, que ha sido reconocido tres veces como entrenador de Segunda por la LNFS, ha propugnado en el equipo un 'fair-play' en la pista muy reconocido en el fútbol-sala nacional, donde tiene un gran prestigio.

Por su parte, Tete, que sucede a Moli, jugó en el Valencia Vijusa (1999-2004), en el MRA Navarra (2004-06), el Benicarló Onda Urbana (2006-08) y acabó su carrera en el proyecto del UMA Antequera, con diferentes patrocinios, hasta su retirada en 2016. A sus 46 años, llegó a ser internacional como jugador, y sumó dos ascensos a Primera y una Copa de España. Ahora hereda un equipo en Segunda, con una plantilla con algunas bajas confirmadas (Fernando Torres ha firmado por el Palma) que buscará una vez más el salto a la máxima categoría. El segundo de Tete será Crispi, otro exjugador del equipo, que estaba de técnico en la cantera.