Moli: «Esto es una confusión tremenda y me está afectando personalmente»

El BeSoccer, segundo en la categoría de plata del fútbol-sala nacional al interrumpirse el torneo a pocas jornadas del final, no fue ascendido automáticamente junto al primero, a diferencia del criterio dominante en muchas otras federaciones, como la de balonmano. Se ha visto obligado a jugar unos 'play-off' exprés de cuatro conjuntos, cuyo formato va experimentando cambios día a día, el último tras la retirada el jueves del Soliss Talavera, lo que deja tres contendientes

En un cuadro ya formado con duelos entre segundo y quinto (BeSoccer ante el Irefrank Elche) y tercero y cuarto de la tabla (ahora queda ya sólo en liza el Manzanares), la duda que cabe plantearse ahora es si cambiará todo y será el cuadro malagueño el que acceda directamente a la final favorecido por su clasificación, que también le da el pase en una eliminatoria en caso de empate. «Hoy mismo me decían que el Manzanares jugaría contra el Elche y esperaríamos en la final, Sería lo lógico y normal, pero no es oficial, como tampoco lo son las fechas del 10 y el 14 de julio. Podría retrasarse, porque el Manzanares pone condiciones, ya que todavía no estará en la fase 3«, declaró Moli.

Las actualizaciones son constantes. Ayer el técnico hablaba con su equipo de trabajo y el presidente, Pedro Montiel, por videollamada para plantear el regreso al trabajo, pero el acceso de Málaga a la fase 3 de la desescalada se ha adelantado una semana conforme a lo previsto. «La idea era el 17 o 18 hacer los test a la plantilla, pero ahora en realidad podría ser la semana que viene y entrenarnos lo antes posible«, aclara, aunque comprende la desigual situación de sus rivales, aún en la fase 2 durante más días: »Yo no quiero tener más ventaja que el Manzanares, en cuanto a tiempo de preparación. Esto es una circunstancia que estamos padeciendo todos«.

Tampoco conoce Moli cómo serían exactamente los entrenamientos de su equipo en la fase 3, que se desarrollarán en el vetusto pabellón municipal de Guadaljaire y en la que se le permitirán catorce jugadores en la cancha (Con Cala lesionado hasta el fin del curso, deberá descartar en principio a dos de sus canteranos), pero sin contactos. «Después pasas por delante de bares y hay una mesa con diez o doce personas pegadas... Esto tenían que haberlo suspendido, como ha sucedido en otros deportes, porque somos amateur –se queja–. Se debía haber premiado sólo el éxito. Que únicamente suban los dos primeros y no haya descensos. Lo más importante es mirar por la salud, y lo de menos es el deporte. Tendremos dos horas de entrenamiento diario con balón, pero no podemos estar haciendo un rondo con él continuamente«.

Hay más incógnitas: la sede de los partidos. Ayer mismo se conocía que Murcia tampoco acogería los 'play-off' de ascenso a Segunda de fútbol, y es otro de los problemas. «Málaga (el Martín Carpena, que también podría albergar la fase por el título de Primera) viene sonando desde hace tres meses«, reconoció, pero mostró su preocupación también por el aspecto económico: »Todo esto es un coste para el equipo. Ahora habrá que sacar a la gente del ERTE y mover a cuatro jugadores que tenemos entre Madrid, Cartagena y Alicante. Todo esto es una confusión tremenda, y me está afectando personalmente y generándome ansiedad. Estamos viendo a gente que está desapareciendo, el estar confinado, y ahora esta angustia. Prefería asumir que estamos en Segunda o que subimos«.

Después de parar el torneo a principios de marzo, los jugadores se siguieron preparando en lo físico en sus domicilios, pero detuvieron esta puesta a punto casi dos semanas, para no llegar demasiado exprimidos a julio, cuando llegará el momento de la verdad... si no hay nuevos giros en el guión. De momento hay algo claro, como admite Moli. Es imposible planificar el futuro: «Cada vez nos quedan menos jugadores que escoger. No podemos hablar con nadie por la incertidumbre».