María Torres, ante su última oportunidad para ir a Tokio

La joven malagueña se enfrenta este fin de semana en París, concretamente en la jornada de este domingo, a su última oportunidad para debutar en el olimpismo. Además, quizá la última, dado que el COI también excluyó esta disciplina de París 2024. Hay deportistas a los que les asusta o les da mal fario hablar sobre la posibilidad de que lleguen a la cita nipona. Ella, sin embargo, cuenta: «Para mí no es un tema tabú hablar de los Juegos, estoy muy contenta de tener esta oportunidad y de estar ahí luchando hasta el final por algo por lo que llevo peleando desde los 18 años, me gusta y me motiva el pensar que puedo ser olímpica».

Peleará por su billete en un Preolímpico bastante complejo y que no permitirá un solo error. En su categoría de kumite (combate), que unifica los pesos de -68 y +68 kilos cara a Tokio, su concurso se dividirá en dos fases: la liga regular o habitual, por combates eliminatorios, y después una siguiente ronda a la que accederán las primeras, segundas y dos mejores terceras; estas realizarán una 'liguilla' todas contra todas y las tres con mejor puntuación serán las que obtengan el ansiado billete. Serán en torno a ocho combates en un día.

Un reto mayúsculo, pero para el que dice estar preparada: «Tengo muchas ganas, estoy muy motivada. Me he mantenido en mi peso habitual, entre 69 y 71, porque me ha ido bien con ese. En el Europeo no salieron las cosas bien, caí en la primera vuelta, no sé si influyó el tema del peso (porque bajó una categoría y por tanto tuvo que perder tres kilos) o algo, pero me sentía incómoda en el momento del combate, que me dio coraje porque mis sensaciones previas eran muy buenas», valora sobre su última gran competición.

Eso sí, aunque pueda parecer que sus sensaciones son contrapuestas, lo cierto es que Torres, aunque consciente de la complejidad de concluir entre las tres mejores, cuenta con la autoconfianza que le han dado años de trabajo y muchos podios internacionales pese a su precoz trayectoria. «Cada Campeonato es un mundo, un día estás arriba y otro abajo, como yo misma; fui plata en Lisboa y luego en el Europeo no me fue bien. Esta vez todo el mundo irá a muerte porque sabe que es la última oportunidad para Tokio. Es muy difícil, pero no lo veo imposible, hace tiempo que lucho por las medallas internacionales y creo que lo puedo conseguir», se sincera.

Acompañada de una medalla del Cautivo y otra de la Virgen de la Luz, regalo de sus abuelos, Torres saldrá al tatami como la mejor y única baza española en el Preolímpico en su modalidad. Quizá en sólo dos días podamos incluir el nombre de una nueva participante olímpica en el selecto listado de malagueños que tocarán el cielo nipón.