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M. RIVAS
María Torres, una bicampeona mundial forjada desde casa
Kárate

María Torres, una bicampeona mundial forjada desde casa

Málaga ·

La joven de 26 años, entrenada por su padre y 'sensei', Eugenio Torres, lleva tres campeonatos del mundo consecutivos subiéndose al podio

Domingo, 5 de noviembre 2023, 23:58

Los menos entendidos dirán que la suerte es un factor decisivo para alcanzar el éxito, pero los que de verdad lo han logrado, saben que aquello a lo que llaman suerte no es más que trabajo, trabajo y más trabajo. La gesta de María Torres en el último Mundial absoluto de kárate no ha sido fruto del destino, ni del esfuerzo de un día; es la culminación de un proyecto personal que lleva labrando prácticamente sus 26 años de vida.

La malagueña fue la gran triunfadora de la delegación española en la cita de Budapest: la única que logró clasificarse para dos finales, colgándose un oro en kumite por equipos y una plata individual en kumite +68 kilos. Un campeonato con el que logró reivindicarse una vez más y demostrarle al planeta que aquel histórico título mundial que consiguió en Dubái 2021 no fue flor de un día. «Había gente que decía: 'Ha quedado campeona del mundo de suerte, de casualidad', pero he demostrado que no. Este año, además del Mundial, también he conseguido medallas en la Premier League, en los World Games, en los Juegos Mediterráneos… Soy de las atletas españolas con más medallas internacionales en kárate», afirma Torres, convertida ya en una eminencia en la élite del kárate.

No es para menos porque, la que fuera dos veces bronce mundial en categorías inferiores (júnior y sub-21), lleva ya tres Campeonatos del Mundo subiéndose al podio: en Madrid 2018 fue bronce por equipos; en Dubái 2021, campeona individual y este 2023 ha refrendado su gran momento con las dos preseas ya mencionadas. «Yo entreno para ser campeona del mundo, pero sabía que era muy difícil estar en una final de un Mundial, de hecho en España nadie lo había conseguido (en kumite femenino) hasta que llegué yo. Sabía que era difícil pero no imposible, porque ya lo hice una vez, así que no puedo estar más feliz».

Eso sí, en su momento también soportó el mal trago de perder el oro en la final, ante Saito, la rival japonesa. Se alegra por ella, amiga fuera del tatami, pero reconoce como injusta la valoración arbitral. «Cuando volví a ver la final, me puse de los nervios. Estoy muy contenta con el subcampeonato y la ganadora se merece su título, pero creo que en la final no estuvimos en igualdad de condiciones a nivel arbitral, algo que nos suele pasar con los rivales japoneses».

Imagen principal - María Torres, una bicampeona mundial forjada desde casa
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Muchos podrían pensar que su día a día se basa exclusivamente en dejarse la piel en los entrenamientos. Pero lejos de esta visión, vemos a una bicampeona mundial con un perfil más polifacético. Por desgracia y pese a su palmarés, la laureada malagueña no puede vivir de su carrera deportiva, por lo que siempre ha buscado un plan B. Lleva años impartiendo clases de kárate para niños en el gimnasio donde se entrena y de multideporte en el Colegio El Atabal, pero además, desde este año también es profesora de un Grado Medio de Deportes y profesora honoraria de la UMA en la clase de lucha para alumnos de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

¿Le encantaría poder dedicarse exclusivamente a sus entrenamientos? Sí, pero la realidad de la precariedad de los deportes minoritarios es la que manda, sobre todo desde que el kárate dejó de formar parte del horizonte olímpico. «Desde que el kárate dejó de ser olímpico, ha pasado a un segundo plano, siendo uno de los deportes con más licencias federativas… Ahora parece que, como no es olímpico, no interesa», se lamenta. Por lo que añade: «Seguimos luchando y buscando patrocinadores, creo que ellos no van a venir a mí, así que tendré que ponerme yo las pilas. Retirarme no me voy a retirar ahora, porque soy joven y quiero seguir, creo que me queda mucho más que dar».

Padre y maestro

Por fortuna, lleva en la sangre el poder de divulgar sus conocimientos. Cuando María tenía 18 años, fue becada para entrenar en el CAR de Madrid, pero en dos años comprendió que aquel no era su sitio. Tras comprobar que su rendimiento no mejoraba, volvió a casa, junto al 'sensei' que mejor la conoce, su padre. Eugenio Torres fue nada menos que el primer andaluz campeón de Europa de kárate, en kumite. Repitió aquella gesta hasta en 5 ocasiones. Pero por suerte o por desgracia, en su casa ya le han superado. Él es su mano derecha, su mejor amigo y su maestro más exigente, quien la entrena cada día y quien la ha llevado a donde está hoy. Por supuesto, estas dos últimas medallas las vivió desde la grada de Budapest, aunque como padre.

«Estuvimos sufriendo desde el principio, pero cuando ya se metió en la final, fue un alivio y ya con la segunda final, fue una locura. Es una satisfacción después de tanto trabajo, y sobre todo, un orgullo como hija y alumna», cuenta Eugenio, que además, otorga más valor a este último Mundial que al de Dubai. «Para mí, este ha sido mucho más difícil y tiene más mérito, en este hemos estado mucho más observados y estudiados. Al primero, María llegó como una competidora más y en este segundo hemos tenido que cambiar la manera de entrenar y competir porque el rival no venía a ella, esperaba a que ella fallara». Lo refrenda su hija, que siente cómo sus rivales conocen cada vez más sus movimientos, pero lejos de sentirse ofendida u ofuscada, reconoce: «Es un orgullo que nos sigan y nos estudien, eso hace ver que estamos haciendo las cosas bien».

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