Mari Carmen Villalba anuncia su adiós tras toda una vida en la élite del pádel

A sus 36 años, la esteponera llevaba casi una quincena dedicándose profesionalmente a este deporte, que compaginaba con su labor como profesora de pádel y tenis (disciplina que descubrió antes y con la que llegó a competir a nivel nacional), pero fue el deporte de las palas el que la llevaría al éxito, llegando a ganar incluso varios premios del World Padel Tour, aunque no de Open y Master, las máximas categorías. Una jugadora carismática, con mucha personalidad dentro y fuera de la pista y reconocida sobre todo por su rapidez y su revés a dos manos.

Este jueves, se despidió para sorpresa de muchos, sin llegar a terminar el año del WPT y tras caer en los octavos de final del Open de Malmö (Suecia) ante las números uno del 'ranking' Ari Sánchez y Paula Josemaría (6-3 y 6-0). El resultado fue lo de menos, porque lo importante fue su mensaje una vez acabado el juego, cuando, empapada en llanto, recibió el cálido aplauso tanto de las jugadoras como del público local y los allí presentes. «Me acuerdo de todas las compañeras que he disfrutado, todos los entrenadores, de toda la gente que me ha hecho disfrutar del pádel», dijo a los micrófonos de la organización.

Y continuó valorando, haciendo pausas para hablar entre lágrimas: «Estoy muy contenta y feliz. Lo echaré de menos, porque al final, el tener la disciplina de entrenar todos los días… Esta es nuestra pasión, nuestro trabajo de todos los días y que se acabe esa rutina, duele un poquito».

En cuanto a su futuro, sin duda, seguirá ligado al deporte, aunque por ahora prefiere no desvelar más: «La motivación es el motor de mi día a día y ahora tengo otras motivaciones, así que a luchar por ello». Eso sí, este jueves no ha sido su 'last dance', como ella misma ha comentado en las redes sociales; Villalba explica que se retirará oficialmente de la alta competición en el Premier Padel de Milán, el próximo mes de diciembre.