El marbellí Ayoub Ghadfa será el primer boxeador olímpico malagueño

Marina Rivas

Domingo, 2 de junio 2024, 15:59

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No ha cedido ni un sólo asalto en cada uno de los tres combates que ha disputado. Impecable, contundente y motivado, así ha logrado hacer historia una vez más el marbellí Ayoub Ghadfa, de 25 años, que este verano se convertirá en el primer boxeador malagueño en acudir a unos Juegos Olímpicos. Se ganó este privilegio este mismo domingo, en torno a las 15.45 hora española, cuando, tras dos victorias previas, se impuso al rival austríaco Ahmed Hagag, de 24 años, en los cuartos de final del Preolímpico de Bangkok, la última oportunidad de lograr el billete a París.

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Al repartirse cuatro plazas en su peso, superpesado (+92 kilos), al púgil le bastaba con ganar en cuartos para alcanzar el sueño olímpico. En dieciseisavos se impuso al canadiense Doni George Foreman (5-0), en octavos, al tayikistaní Muhammad Abroridinov, de nuevo con contundencia (5-0). Sin embargo, esta última batalla fue mucho más ajustada. De hecho, por primera vez en el torneo, los jueces se repartieron las puntuaciones en los diferentes 'rounds', eso sí, siempre con un punto arriba para el joven talento malagueño.

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No es ningún secreto que, a día de hoy y para este combate, el malagueño partía como claro favorito. Primero, porque hace sólo unas semanas se coronó por primera vez campeón de Europa absoluto. Segundo, por su espectacular estado de forma, rapidez en los movimientos (pese a su pesaje), reflejos y contundencia en los golpes. Sin embargo, resultó un combate laborioso. Ambos arrancaron en el primer 'round' con mucha agresividad, incluso con un punto de ventaja para el austríaco, sacando partido al nerviosismo inicial de Ghadfa, pero aún así, este siempre fue un paso por delante. Ya demostraron las primeras puntuaciones de los jueces que habría que concentrarse para asegurar la victoria.

Comenzó el segundo asalto algo dubitativo, manteniendo las distancias inicialmente hasta encontrar el punto perfecto en el que soltar los puños. El rival también mantenía la cautela, mucho más que en el primer asalto, porque sabía que un buen golpe del español podría suponer que este también se llevase el segundo 'round'. Se repartieron los golpes, pero sí, en el tramo final, Ghadfa volvió a estar un poco más acertado, volviendo a llevarse, por la mínima, la aprobación de los jueces.

Llegó al tercer y último con una ventaja ínfima sobre el rival y todo por decidir aún. Era el momento de sacarlo todo en el 'ring'. Ambos recuperaron la intensidad del primer asalto y volvieron a repartir golpes desde el primer segundo. El austríaco dio un paso adelante buscando la remontada inicial, pero también fue apercibido por el árbitro en una ocasión. Se podía cortar la tensión en el ambiente; para ellos, los segundos parecieron horas. Pero el malagueño siguió firme y motivado, evitó varios golpes del austríaco con una defensa sólida, y en los últimos compases estuvo más acertado, llegando incluso a mandar a la lona a Hagag. Así, logró convencer a cuatro de los cinco jueces, que le otorgaron la victoria.

Un nuevo éxito en la carrera del marbellí, de padres marroquíes, y estudiante y residente en Madrid desde los 18 años. El malagueño partió hacia la capital con la mayoría de edad para estudiar la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (ya es graduado) y, una vez allí, sumergiéndose aún en el mundillo del boxeo tras formarse previamente en kick boxing, fue el actual seleccionador nacional Rafael Lozano, quien descubrió el potencial de Ghadfa cuando le vio entrenándose en un pequeño gimnasio. Con menos de 10 combates en su haber, ya entró a formar parte del equipo nacional, con beca incluída en la Residencia Blume. El resto, es historia: subcampeón de Europa en 2022, bronce mundial en 2023, oro continental este 2024 y ahora, olímpico.