Bandera (izquierda) y Venegas (derecha), con el bronce del pasado Europeo sub-18 de este año. SUR

Los malagueños se disfrazan de olímpicos

La cantera de deportistas de la provincia pone rumbo a los Juegos de la Juventud en Buenos Aires

marina rivas

Lunes, 1 de octubre 2018, 00:39

Son campeones de España absolutos, con el Ciudad de Málaga, e incluso campeones de Europa y del mundo, que se dice pronto, en categoría sub-17. Nacidos en el nuevo siglo (2001), con un palmarés impoluto en el balonmano-playa y con aspiraciones de ... ganar todo lo que se propongan. Dos de los malagueños que jugarán a ser olímpicos estos días en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires, Argentina, son Sergio Venegas y Adrián Bandera. «Este deporte está poco valorado, por eso no se habla mucho de nosotros y es difícil llegar a ser profesionales», se queja el primero de ellos, estudiante de un Grado Medio de deportes, con vistas a cursar TAFAD y procedente de Fuengirola. «Siempre he sido mal estudiante, pero he entendido que tengo que centrarme y lo estoy haciendo, incluso voy a llevarme el portátil a Argentina para hacer cosas desde allí. Quiero sacarme unos estudios y poder crecer en el balonmano también», asegura Venegas.

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Sus primeros pasos como internacional los comenzó el pasado año, junto al que ahora se ha vuelto su confidente y al que no conocía más que de vista en algún que otro cruce. Sin embargo, más allá de estrenarse juntos con la equipación española, también les unió el tener una referencia al balonmano en casa. «Mi hermana jugaba ya en playa, me llamaron la atención los saltos y decidí probar yo también», recuerda. Un caso atípico el de Venegas, ya que empezó con la arena antes de hacerse con las nociones básicas en pista. Esta temporada, además, ambos forman parte de la cantera del GAES Ciudad de Málaga, aunque, de momento, les toca coger un avión hoy mismo, cruzar el charco y centrarse en el balonmano-playa.

Ensayo de unos Juegos

Este es sólo un ensayo de unos Juegos Olímpicos, algo así como unas 'miniolimpiadas', pero quizá, en el futuro, ya no se trate de un cruce para sumar experiencia, sino del que pueda ser el sueño de sus vidas. «Creo que tanto Adrián como yo estamos creciendo y, en el caso de que el balonmano-playa llegue a ser olímpico, creo que tenemos muchas opciones de formar parte de esa primera selección española», afirma convencido Venegas, mientras empaqueta sus cosas. Tendrá que acostumbrarse a viajar con el ordenador, porque, además, en cuanto regrese de Buenos Aires, descansará unos días en casa y pondrá rumbo a Italia, junto al cuadro sénior del Ciudad de Málaga, para disputar la Champions Cup. Él será la incorporación más joven del escuadrón malagueño, que ya acumula un título en esta máxima competición continental y que partirá con la intención de revalidar.

Dos de los más laureados de la provincia serán Adrián Bandera y Sergio Venegas, campeones del Mundo y de Europa sub-17 de balonmano-playa

Eso sí, aunque no le acompañe a Italia, Adrián Bandera también formó parte del último oro en el Campeonato de España que les dio el pase a la Champions y, pos supuesto, también viaja a Argentina.

Procede de Benalmádena, es estudiante de segundo de Bachillerato de tecnología y ya tiene su futuro bien claro: quiere estudiar INEF y opositar para Policía. Eso sí, tampoco planea abandonar su escasa aunque exitosa trayectoria deportiva: «Por lo pronto, aspiro a poder tener un hueco en el primer equipo del GAES, pero este año está complicado todavía», explica. De decantarse por una de las modalidades, lo hace por el balonmano en pista, sobre todo por la repercusión y el profesionalismo, aunque le cuesta decidir tras cuatro años luchando en la arena.

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Mientras que Venegas era algo más serio en cuanto al carácter, Bandera rebosa alegría y extroversión: «Cuando conocí a Sergio me caía mal, pero ya en la primera concentración, desde que empezamos a hablar juntos en el AVE nos hemos hecho inseparables», rememora. Ellos serán los únicos malagueños de esta selección española de playa, aunque para él, su paisano no será la única cara conocida. «Nos llevamos muy bien con el grupo y con las experiencias internacionales que hemos ido tenido he hecho amigos en muchas selecciones, ya tengo unas 12 camisetas diferentes», explica, emocionado.

De nuevo, su referencia para comenzar con el balón fue su hermana, aunque esta vez partiendo desde la pista, aunque más tarde, sus mejores momentos no los haya vivido en suelo compacto. «Recuerdo que la primera vez que me llamó el seleccionador le colgué el teléfono y varias veces además, pero es que nunca cojo números desconocidos», bromea Bandera. Tras obtener el bronce en el Europeo sub-18 de Montenegro, este año, ambos viajan con la espinita clavada de que todavía pudieron dar algo más y de que, como parte de esta Selección, les queda mucho más carácter por sacar a relucir si quieren llegar a vivir como profesionales.

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Velasco, durante su serie de los 100 vallas del Europeo. SUR

Isabel Velasco, la única representante en atletismo

Es una de las grandes promesas de la velocidad malagueña y, además, con las vallas de por medio (los 100 metros). La atleta del Unicaja de Jaén, pero que se entrena habitualmente con el grupo Ted en Carranque, Isabel Velasco, será la única representante de Málaga en atletismo. Una fecha complicada para estos deportistas, que, en pleno mes de octubre se encuentran comenzando la pretemporada 2018-19. Sin embargo, en su caso, ha tenido que hacer un esfuerzo extra.

«Me voy ahora, después de entrenarme todo el verano para esta cita y en pleno segundo de Bachillerato, pero estoy muy ilusionada», se sincera la malagueña, que cursa asignaturas de ciencias y de tecnología, aunque no se decanta por ninguna carrera ahora mismo. Llega a Buenos Aires tras haber sido dos veces internacional en categorías inferiores, la última ocupando la 13ª plaza en el Europeo de Hungría de este verano. «Tengo muchas ganas de vivir la experiencia, me he estado preparando y voy a ir a intentar hacer mi marca o acercarme lo máximo posible», dice.

Un tiempo de 13:66 que la coloca como la 7ª mejor de las contrincantes europeas cara a la cita. «Eso sí, más allá de las marcas, espero que me sirva para seguir creciendo como atleta y también para conocer gente y culturas diferentes», añade la joven, que mientras prepara las maletas, sigue ordenando apuntes del instituto. «Voy a intentar llevar al mismo nivel el atletismo y los estudios, no puedo dejar ninguna de las dos cosas», asegura, firme.

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