Luis Castro, en una acción de la promoción de ascenso a la Liga Asobal del Trops Málaga. ÑITO SALAS

Málaga baja de nivel

La provincia se queda con sólo tres equipos de máxima categoría para la próxima campaña en un panorama discreto del polideportivo a nivel colectivo e individual

Jueves, 15 de junio 2023, 00:16

La impresionante despedida del Carpena al Unicaja tras su eliminación liguera resume el reencuentro entre afición y equipo tras una etapa muy decadente. De igual forma, la Liga de balonmano ganada por el Costa del Sol Málaga femenino ha sido otro hito inolvidable. Y ... las chicas del Nueces de Ronda Atlético Torcal de fútbol-sala regresaron a la élite un año después de bajar. A diferente escala, son las tres buenas noticias de la temporada en el deporte por equipos en Málaga, pero esto no oculta una triste realidad. La provincia, la sexta de España por población, queda muy mal parada, y cada vez peor, si se valora su representación en cuanto a equipos que compiten en la máxima categoría.

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Ahora quedan sólo tres, los antes mencionados, después de sufrir el descenso del Bádminton Benalmádena y del BeSoccer UMA Antequera de fútbol-sala. Hace dos años bajó también el Alsur Antequera de balonmano. Deporte discapacitado al margen (el Reyes Gutiérrez Amivel de baloncesto en silla de ruedas lleva muchos años asentado en la élite) es una trayectoria muy preocupante, con el evidente lunar del deporte rey. Porque no hay equipo de fútbol alguno malagueño en alguna de las dos primeras categorías masculina o femenina. Un dato terrible.

Si se valoran todas las disciplinas con ligas regulares (atletismo al margen, pues no tiene un programa extenso su competición de clubes), hay deportes como el waterpolo y el hockey muy circunscritos a una región del país, en concreto a Cataluña, pero tampoco hay representación en rugby, tenis de mesa ni voleibol.

A principios de los 90 Málaga capital presumía de fútbol, baloncesto, balonmano (el Puleva Maristas) y voleibol (Ivesur) masculinos en la élite. Hoy estas dos últimas disciplinas han perdido mucho seguimiento en la capital. Hace unos días el Trops Málaga peleó en una promoción de ascenso a la Liga Asobal ante menos de mil espectadores (llenazo en Los Olivos). Se trataba de colocar, 28 años después, un equipo de la capital en la mejor categoría. Seguramente la cita habría tenido más seguimiento hace unos años, pero pasó un tanto inadvertida. Sólo un jugador malagueño (Palomino, en La Rioja, un ex del filial del Barcelona y del Antequera) ha jugado este curso en la Asobal. Una consecuencia de tantos años de vacio. ¿Se han parado a pensar por qué nunca ha habido una jugadora malagueña de baloncesto que haya sido internacional absoluta? ¿Tendrá que ver con la ausencia de equipos en la capital al máximo nivel tantos años?

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El Unicaja, el Costa del Sol y el Atlético Torcal serán las excepciones, tras bajar el BeSoccer UMA y el Bádminton Benalmádena

Málaga también suspende en comparaciones con otras provincias. Sevilla tiene, por ejemplo, nueve equipos de élite; el Sevilla y el Betis en Primera masculino y femenino de fútbol, el Cajasol Dos Hermanas de voleibol femenino, el Betis de fútbol-sala, el Rinconada de bádminton, el Ciencias y el Corteva Cocos femenino, ambos de rugby. Algo más lejos, en Zaragoza, cuentan con cuatro: el AD Zaragoza de fútbol-sala femenino, el Casademont Zaragoza de baloncesto masculino y femenino, y el Club Waterpolo Zaragoza de waterpolo femenino.

¿Qué sucede para que falten más proyectos de máximo nivel en el deporte local? Las instituciones públicas tienen programas con subvenciones de apoyo a los distintos clubes (que a veces llegan sobrevenidas y tarde), en función de la categoría en la que se compite y cubren parte de los presupuestos, pero se echa en falta una mejor esponsorización privada, aunque el problema vuelve a ser la falta de tradición de algunas disciplinas por la falta de referentes cercanos, en una especie de pescadilla que se muerde la cola, y el problema para perseverar una vez que el deportista llega a la edad universitaria.

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El karateca torremolinense Danián Quintero. SUR

Y si el deporte colectivo no pasa por un buen momento en Málaga, con las brillantes excepciones que han compensado la campaña, qué decir del individual. La provincia es superpotencia nacional y hasta mundial en pádel (lo fue con Carolina Navarro y lo es con Bea González, Álex Ruiz y Momo González) y kárate (Damián Quintero y María Torres), y curiosamente no son olímpicas. Tampoco el remo de mar, donde hay otro campeón mundial, Adrián Miramón.

En cambio, la crisis de talento es evidente en deportes tan importantes como el atletismo, sumido en un bache Ouassim Oumaiz y sin marcas de alto nivel internacional del campeón de España de pértiga Isidro Leyva, o en ciclismo, cerca de retirarse Luis Ángel Maté. La natación cumple, con buen nivel en aguas abiertas, no tanto en la piscina, y el motor brilla por su ausencia. La brillante etapa del mejor tenista local de siempre, Alejandro Davidovich, mitiga el panorama a las puertas de los Juegos de París, en los que habrá que ver si se mejora la cuota de olímpicos de Tokio, entonces seis. Pero la nadadora Paula Ruiz se retiró, la golfista Azahara Muñoz no ha logrado aún recuperar su nivel de antaño tras su maternidad, y Quintero no estará tras salirse el kárate del programa olímpico. Por eso peligra la media docena.

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