

Secciones
Servicios
Destacamos
Recordado portero en los noventa del Puleva, aunque poco habituado a aparecer en los medios, Luis Velasco (Málaga, 1966), ahora enfermero en el Centro de Salud de Alhaurín el Grande, analiza una crisis sanitaria que está viviendo en primera persona y el panorama de un deporte en el que jugó más de treinta años.
–Enfermero y exportero de balonmano, pero durante años compartió ambas facetas, ¿verdad?
–Sí. Terminé la carrera en 1991 y lo estuve compatibilizando con el balonmano hasta que me retiré a los 44 (en 2010). Fue en Ceuta, aunque luego estuve en Casabermeja en Segunda Andaluza. Siempre he trabajado en Málaga. Renovaba año a año. Si hubiese tenido que elegir entre el trabajo o el balonmano siempre habría elegido lo primero. En Pozoblanco o Ceuta estuve yendo y viniendo. He trabajado en Colmenar, Rincón, La Luz, de supervisor de quirófanos en el Civil, en Puerto de la Torre, y ahora de coordinador de cuidados en Alhaurín el Grande desde hace tres años.
-¿Con más trabajo estos días?
-La primera semana de confinamiento era como la tensa espera en 'La marabunta' de Charlton Heston. La gente no venía para nada, ni para curarse, lo que es malo también. Fue pánico, pero esta última semana ya ha sido normal en cuanto a salidas de trabajo. Se ha superado la fase del miedo. Puedo decir que el pueblo de Alhaurín el Grande se ha comportado muy cívicamente y ha habido un aislamiento muy grande. Nos han ayudado el Ayuntamiento y las empresas. Una carnicería local nos ha facilitado un mono como material de un solo uso para cuando hemos ido a atender a alguien. Se han intentado comprar mascarillas y quiero agradecer a la dirección del centro de la mano de Gustavo Fernández Usero. Hay que tener mucha templanza en estos momentos. Hemos cambiado la forma de trabajar. Casi todo se hace telefónicamente, e intentamos que salgan lo mínimo: a la persona que hay que curar, que debe venir, y las vacunas de hasta un año de edad.
-Parece que las grandes estrellas del deporte hoy lo son menos, y profesionales médicos, de la enfermería, policías y bomberos ganan en reconocimiento social.
-Creo que tenemos que intentar que pasado este aluvión, cuando volvamos a la normalidad, la gente respete y no insulte y amenace a los profesionales sanitarios. Es lo único que pido. No reclamo mayores salarios. Sólo que por favor intenten ponerse en el lugar del profesional, que únicamente va a tratar de ayudar.
-¿Cómo está viviendo este confinamiento?
-Es muy duro en el día a día. Como posible vector de contagio, en estos días no he podido besar a mis dos hijas (de 18 y 21 años) ni a mi mujer. He tenido que tomar algunas medidas de aislamiento. No compartimos cosas a menos de metro y medio. Esto va a ser un tiempo muy largo, No sé si somos conscientes de que estamos formando parte de la historia y se recordará esto que estamos viviendo. Y aun así, tenemos muchas comodidades, pero porque hay gente que se está jugando el pellejo. En epidemias históricas anteriores no era así.
-¿Qué le ha enseñado la situación?
-A trabajar mas en equipo que antes. Por mi experiencia deportiva, que nunca fue en una especialidad individual, sé diluir las diferencias y seguir con el camino.
-Hablemos de su trayectoria como portero de balonmano. Jugó tres campañas en la élite.
-Empecé de alevín de primer año en el Alfonso X, con Jaime Durán de director. Mi mejor época fue en el Puleva. Estuve cuatro campañas, dos como Puleva Málaga y otras tantas en el Puleva Maristas; luego fueron ocho en el Pozoblanco, una en la máxima categoría y casi todas las demás en la B; en el Malagueta dos o tres temporadas en la segunda categoría, y en el Ceutí (tercera categoría). Tenía pelo y estaba más canijo...
-¿Cree que no se le ha reconocido lo suficiente su valía?
-El deporte es así. Yo no fui internacional absoluto, como Ortega, Quino Soler (su cuñado) y Pérez Canca. Con el Puleva Maristas jugué una Copa Asobal y se perdió con el Bidasoa. He logrado ascensos... Fue una etapa de mi vida bonita. He conocido a mucha gente y eso me ha hecho ser más abierto en mi forma de ser.
-Un portero más de balonmano que se despide mayor...
-Siempre he sido muy hormiguita. Mire ahora Moyano (en activo en el Conservas Alsur con 49 años), Hombrados, Sterbik... Hoy en día si te cuidas desde un punto de vista alimenticio y llevas una vida ordenada y te respetan las lesiones...
Carranque, hoy un hospital
-¿Está siguiendo los partidos históricos del Puleva en el canal de YouTube del Trops Málaga?
-El otro día lo vi porque mis hijas no me conocían con pelo. Me emocioné al ver cómo achuchaba el pabellón de Carranque. El potente Barcelona de la época, como el Bidasoa, el Teka... y estuvimos dándole sustillos a Dujshebaev...
-Y ahora Carranque habilitado como hospital de campaña...
-Vivo muy cerquita. En el IAD hay una pilona de cemento muy grande para una bala de oxígeno. Se ha hecho por fuera una instalación brutal. Se demuestra la capacidad que tenemos como pueblo.
-No estuvo en el homenaje a Pérez Canca...
-No creo mucho en esas cosas. Me gusta dar los homenajes en vida. Por respeto a él, por mi profesión, le podría haber ayudado más. Haberle puesto una ampolla de morfina, si él me hubiera llamado o lo hubiera necesitado. Pero veo que el homenaje podría haber sido de otra forma.
-¿Por qué no ha vuelto a haber un proyecto malagueño de élite en balonmano?
-En la época que jugué de cadete y de juvenil había una estructura de competición brutal. El campeonato de Málaga era durísimo y el que lo ganaba vencía en el de Andalucía y hasta el de España. Los niños de ahora tienen una oferta más amplia. La culpa la podemos tener exjugadores al no llevar equipos. No tenemos una estructura de décadas como el Granollers, donde identifican la localidad con el club. Es importante el tema económico. No nos vamos a engañar.
málaga, varias décadas sin balonmano de élite
-«Hay que meterse el balón en los huevos», recuerda López Becerra que decía usted en la cancha. ¿Qué quería decir?
-Fue muy ultimo entrenador en el Summa (Malagueta). Quería decir que el balón es oro. No te lo puedes jugar, malgastarlo.
-¿Es Ortega tan buen técnico como jugador?.
-Él es 'ultramegacompetitivo', Quiere ganar siempre y le da vueltas a la cabeza para ello. Tiene mucho mérito lo que está haciendo en Alemania. Le quedan años y tiene que tener paciencia. Ha tenido al 'number one' trabajando, que es Valero Rivera, que le daba también mucha importancia al aspecto mental. Cuando le llegue un 'grande', ha de tener la capacidad de hacer su trabajo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.