Juan Antonio Conejo: «Me voy decepcionado pero satisfecho con mi trabajo»

«No quería irme, me voy porque no han contado conmigo». Una decisión que ha cogido por sorpresa a muchos de sus compañeros, especialmente a los más veteranos del equipo, como Miguel y Óscar, los otros dos capitanes. Esto obligó al experimentado guardameta, de 33 años, a buscar un nuevo hogar cuando la temporada ya había concluido, algo complicado. Pero por fortuna, recibió varias ofertas y aceptó una, la del Avanza Jaén, de Segunda B, equipo que luchará por el ascenso. «Estoy contento con el nuevo equipo, tengo ganas de empezar, estoy ilusionado», asegura Conejo, aunque no niega que se ha sentido despreciado. «Me voy decepcionado, pero claro que me gustaría volver algún día, porque es mi casa y es donde lo he dado todo. Aquí he visto crecer al equipo y he crecido yo también. Me voy satisfecho y con el trabajo hecho, creo que he cumplido estos diez años», puntualiza.

Quizá lo que más le entristece es marcharse tras haber soportado, al igual que sus compañeros, la temporada más complicada de su carrera, dados todos los conflictos ligados a la Universidad, que decidió romper radicalmente sus lazos con la entidad de fútbol-sala, además en plena pelea por el ascenso a Primera y cuando este era incluso líder de Segunda. Algo que, reconoce, crispó la situación en el vestuario. «Este año hemos sufrido un palo muy gordo. De un fin de semana a otro nos dijeron que no teníamos pabellón para entrenar, y nos tuvimos que ir a Moclinejo, otro día a Cártama, otro a Rincón… Ha habido también problemas con los pagos, cambios de horarios… Todo afecta, ha sido un cúmulo de todo. Íbamos directos al ascenso, pero pasó todo esto. De un día para otro no teníamos dinero, y menos mal que yo tengo mi trabajo», reconoce.

Y es que el portero compaginaba su pasión por el fútbol-sala con el oficio que realmente le ha dado de comer todos estos años, en una empresa de aluminios. Se levantaba a las 6.00 todos los días para poder compaginar ambas cosas, a la par que intentar tener cierto tiempo para dedicarle a su familia. Por lo que incide en lo complicado que ha sido este tramo final de temporada. «Se rumoreaba desde hace años que esto iba a pasar en algún momento con la UMA. Y ahora, de una semana para otra, no te dejan entrar al pabellón, dejan de patrocinar… Ha sido el año más complicado que he vivido». Ahora, buscará ilusionarse de nuevo en Jaén, donde ejercerá exclusivamente como jugador profesional.