Jonas Frögren (a la izquierda) y Carl Söderberg (derecha), posan en el pabellón de los Fuengirola Lions para este periódico. N. Carmona
Hockey

Dos ex de la NHL para los Fuengirola Lions

Tras pasar por la mejor liga del mundo, los suecos Jonas Frögren y Carl Söderberg se alistan al club costasoleño para matar el gusanillo por este deporte después del retiro profesional

Nacho Carmona

Málaga

Lunes, 11 de marzo 2024, 00:00

Entrar en la casa de los Fuengirola Lions supone sumergirse en un orbe paralelo. Este pequeño y acogedor pabellón de suelo terrazo, colindante con el campo de fútbol Antonio Basilio de Los Boliches, tiene más de una decena de banderas colgando en uno de los ... fondos a fin de representar a sus 140 miembros. Jugar aquí también supone aprender otros idiomas. Es el cuartel general de un humilde club con una década de vida y una peculiar y familiar forma de trabajar. Al mando está su presidente, Jari Nyman, un finlandés que aterrizó en la Costa del Sol en los años 80, siendo todavía un chaval, por los problemas respiratorios de su padre, al que recomendaron asentarse en un lugar con un clima como el que aquí se disfruta. Explica, con un perfecto castellano y cierto acento andaluz, que el manejo del palo y los patines es algo que los niños de origen nórdico traen casi de serie. Como montar en bici en España. Salta a la vista cuando se pone el primer pie allí.

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Este año cuentan con dos miembros de lujo, aunque no aparenten serlo. Dentro de esta pequeña sociedad, los suecos Jonas Frögren y Carl Söderberg hacen de padres y también de jugadores. Y aunque para ellos sea secundario, también son dos estrellas mundiales de hockey sobre hielo. El primero de ellos, de 43 años, jugó 41 partidos en la National Hockey League (NHL) de la mano de los Toronto Maple Leafs, en la temporada 2008-09. El segundo, de 38 años, ha jugado para cuatro franquicias (Boston, Colorado, Arizona y Chicago) entre 2013 y 2021, de forma ininterrumpida, con presencia en 597 partidos. Regresaron a Suecia, su país natal, tras pasar por la mejor competición del planeta, para exprimir sus últimos años como profesionales. Después eligieron la Costa del Sol para desempeñar su nueva vida.

Ambos se sientan a charlar con este periódico para contar sus historias y destacan cosas tan humanas y cotidianas como el rol de sus hijos y sus parejas, las figuras en torno a las que giran sus vidas. «España tiene otra cultura. Es muy relajante. Me gusta mucho este paraíso para mi hija, que fue a la guardería aquí», amplía Frögren, que ya lleva tres años viviendo en Málaga. Nació en Ludvika, una pequeña villa sueca que apenas tenía 2.000 habitantes cuando era niño. Con 15 años se mudó para poder evolucionar jugando al hockey sobre hielo con el objetivo de poder dar el salto a la máxima categoría. «Tengo seis medallas de oro en Suecia. Jugué en los Toronto Maple Leafs, de la NHL, y también en la KHL, la Primera División de Rusia, antes de regresar a Suecia», cuenta autobiografiándose desde el vestuario del equipo, rodeado de cascos, camisetas y protecciones.

Frögren (a la derecha de la imagen), en un partido con los Fuengirola Lions. Fuengirola Lions

Se alistó a los Fuengirola Lions porque, según afirma, necesitaba en su vida la adrenalina que segrega jugando al hockey. Cosas del deporte, nunca se enfrentó al que hoy es su compañero en Fuengirola cuando jugaba en Estados Unidos, aunque sí lo hizo en la Liga sueca. «También hemos jugado algunos torneos con la selección e, incluso, hemos compartido habitación. Es muy gracioso que ahora estemos jugando juntos aquí. El mundo, a veces, es muy pequeño», expresa. Su imponente envergadura y sus características físicas le hicieron ser durante toda su carrera un gran defensor. «No marco muchos goles», afirma. «Sí, sí que los marca», puntualizó sonriente el presidente, mientras atienden desde la grada al entrenamiento de los más pequeños.

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Su compatriota Carl Söderberg empezó a jugar al hockey con sólo 7 años, en Malmoe, la ciudad en la que nació y creció. Saca a relucir, sentado en una silla con unas privilegiadas vistas al campo de Los Boliches, su lado más humano hablando de esos años, en los que destaca a las personas con las que se ha cruzado por encima de sus logros y los éxitos deportivos conseguidos. En su brillante carrera destaca el oro que conquistó en el Mundial de 2017, de la mano de su combinado nacional.

Haber jugado en cuatro puntos diferentes de la nación americana le dio la posibilidad de experimentar y sumergirse en diferentes climas y modos de vida. «Me gusta integrarme», afirma. Distingue al estado de Arizona, cuyo clima es más similar al de España, pero expresa que cada uno de los lugares «tienen su cosa», incluidos los más fríos. En lo deportivo resalta con especial cariño sus tres años en Boston y los cuatro y medio que estuvo en Colorado, por haber pasado más temporadas allí que en ninguna otra franquicia.

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Jugador... y padre

Actualmente reside en Marbella, a media hora de Fuengirola. Justifica su aterrizaje en Málaga haciendo referencia a la cultura, a sus montañas, a su gente y también a la comida. Descubrió los Lions por un amigo suyo y se alistó para matar el 'gusanillo' de seguir jugando, además de tener ganas de probar el hockey línea, una disciplina que no dista demasiado de la modalidad sobre hielo, a la que ha estado ligado siempre. Sólo cambia la superficie y los patines, con ruedas en vez de cuchillas. «Ambos son muy rápidos. Me gusta». Es lo que pasa cuando algo se lleva en la sangre. Sus hijos (un niño y dos niñas) también juegan en el equipo. «Me encantaría que siguieran mis pasos», dice con una sonrisa dibujada en la cara. En el futuro espera volver a trabajar en el hockey, aunque primero quiere disfrutar de sus pequeños. Entre sus próximos objetivos contempla correr un maratón, o quizá dos: «Uno en Suecia y puede que también el de Málaga».

Söderberg, durante su etapa en Arizona, en la NHL. SUR

Ambos, Frögren y Söderberg portan con los Fuengirola Lions los mismos números que lucieron durante toda su carrera. El primero lo hace con el '24' y el segundo, con el '34'. Aunque sin un motivo de peso, se encariñó de este dorsal porque fue con el que empezó, continuó y terminó su largo camino profesional.

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La pista donde el club se desempeña, la Fuengirola Lions Hockey Arena; su presidente, Jari Nyman, posa en el vestuario del equipo; y un ejemplo de cómo luce el vestuario de la sección más importante del club, donde cada jugador tiene su nombre y su bandera en su banco. N. Carmona

Este club cuenta con una estructura y un modo de funcionar diferente al de clubes de otras disciplinas. Su presidente explica cómo se distribuyen en la categoría sénior: «Tenemos un equipo para Liga Nacional, los Lions, que visten de azul. Y luego en la Liga Andaluza tenemos a Barona, de negro, a los Vikings, de amarillo, y al Latin Team, que va de rojo». Los mejores de cada uno de estos tres equipos conforman la plantilla de los Lions, el equipo que pone nombre al club, según explica el máximo mandatario. Sólo el equipo estrella cuenta con vestuario propio, en un cuartillo del recinto, con un característico olor a esfuerzo y un desorden ordenado. En cada uno de los bancos está escrito el nombre de cada jugador, con una curiosidad: sólo hay dos españoles.

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