Histórica plata de Katir en 5.000 en una final de Mundial con presencia malagueña

El murciano, que contaba con una de las mejores marcas del ránking mundial este año (12:45.01), partía como uno de los claros favoritos de la prueba ante el tradicional dominio de los africanos y del también medallista internacional Jacob Ingebrigtsen, y no sólo no defraudó el español, si no que brilló en el tramo final de una carrera llena de altibajos y emociones que cerró acariciando el oro y colgándose finalmente la medalla de plata (con un tiempo de 13:11.44), convirtiéndose así en el primer español de la historia en subir al podio de esta distancia.

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Marina Rivas

No hubo suerte sin embargo para la mayor promesa del atletismo malagueño en la actualidad. El fondista nerjeño de 24 años salió valiente e intento mantener el fuerte ritmo impuesto desde el principio, ocupando siempre un lugar en la mitad del grupo de 16 finalistas. Sin embargo, le pasó factura el arreón del último kilómetro y acabó descolgado y relegado al último puesto, eso sí, sin bajar los brazos Oumaiz (13:31.99) en una final muy rápida.

A pesar de que no parezca un resultado llamativo, a priori, este debut mundialista del malagueño es un gran paso en su trayectoria. Sólo con el hecho de clasificarse para la cita de Budapest, se convirtió en el quinto atleta de la provincia en acudir a un Mundial absoluto al aire libre. Firmó una semifinal brillante, concluyendo en cuarto puesto y se clasificó para la final de ayer, en la que demostró que aunque le queda trabajo por delante, ya puede plantarle cara a los mejores del mundo. Su 16º puesto lo lleva además a conseguir la segunda mejor posición histórica de un atleta de la provincia en un mundial absoluto de verano, tras el 14º de la pertiguista Dana Cervantes en Sevilla 1999.

Mientras que Katir se mantuvo siempre apegado a la cabeza de la carrera, el nerjeño Oumaiz acabó pagando demasiado caro el alto ritmo de la final y se descolgó del resto del grupo junto a otros 3-4 atletas más. Por desgracia, a falta de dos vueltas para el final, la opción de coger a la cabeza de carrera estaba demasiado lejos para él, que no pudo más que hacer un último esfuerzo para llegar con una buena marca a la línea de meta. Por su parte, Katir, con mucha rabia contenida como dijo en la previa, supo imponerse al tridente africano de la cabeza y fugarse en la última vuelta, ante el aplauso de todo el estadio. Por desgracia, se le escapó el oro en el último momento. Eso sí, no pudo evitar sonreír y emocionarse tras una de las mejores carreras de su vida.