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Voleibol

Guillermo Reyes, en la élite del vóley islandés

El torremolinense de 25 años Guillermo Reyes, exjugador del Pizarra que ascendió a la Superliga 2, compite ahora en el Próttur Neskaupstad de Islandia mientras trabaja de 'fisio' en un hospital y estudia ingeniería

Lunes, 18 de marzo 2024, 00:02

Hace ya unos años desde que comenzó a rondar una idea por la cabeza de Guillermo Reyes. A pesar de su juventud, sentía que su vida había entrado en un bucle y no terminaba de encajar en él. No encontraba su trabajo idílico, ni tampoco ... sentía que estuviera sacando lo mejor de sí en los equipos por los que pasaba, al menos en los últimos meses que pasó en España. Estaba decidido a darle un giro a su vida y se planteó, como otros tantos españoles: '¿Por qué no me voy un tiempo al extranjero?'.

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Tuvo dos buenos 'mentores' -por así decirlo-, porque pidió consejo a dos amigos malagueños que, un año atrás, se marcharon a probar suerte a Islandia. Hablamos de los jugadores de voleibol Jaime Monterroso (pizarreño) y Paula Miguel (torremolinense). Recalaron en Neskaupstadur, una pequeña localidad de menos de 1.500 habitantes, situada en el extremo Este del país, rodeado de fiordos y paisajes de ensueño, temperaturas gélidas y con dos principales motores económicos: la pesca y el aluminio.

Allí, en su equipo local de Primera División (similar al nivel de la segunda categoría de España), el Próttur Neskaupstad, compitieron a la par que trabajaron en negocios locales de la zona. Sin embargo, ambos acabaron regresando a España, tomando entonces su testigo su paisano torremolinense Guillermo Reyes, que ahora es el único jugador malagueño en la máxima competición masculina del voleibol islandés. Dio sus primeros pasos en el Club Voleibol Málaga, alternando playa y pista, pero cuando comenzó a despuntar, dio el salto al Pizarra, máximo referente provincial.

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Llegó a este con unos 15 años y formó parte de la etapa dorada en la que el club firmó dos ascensos consecutivos. «Empecé en Primera Andaluza, ganamos, subimos a Primera Nacional, fuimos segundos, y subimos a Superliga 2. Aquello fue una experiencia increíble, sobre todo por vivir cómo se volcaba el pueblo con nosotros», recuerda Reyes, hoy con 25 años. Y sigue rememorando: «Jugué con ellos en Superliga 2 tres años y llegó un momento en el que el grupo de nuestra generación se disolvió, y muchos nos fuimos fuera: a Extremadura, Galicia… Yo me fui al Voleibol Valencia, también de Superliga 2».

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Consciente de la precariedad de esta disciplina en España, además siendo una segunda categoría, el malagueño siempre apostó por darle importancia a los estudios. Se graduó como fisioterapeuta y estuvo ejerciendo como tal mientras jugaba, para poder ganarse la vida. Y precisamente con el ánimo de crecer laboralmente, y a la par, seguir compitiendo a un buen nivel, optó por marcharse a Islandia.

En el mismo pueblo de sus amigos, buscaban un 'fisio' para el hospital público, fue seleccionado, y no se lo pensó dos veces. Ahora, y desde hace ya un año, trabaja por la mañana y por las tardes entrena, y, además, ejerce labores de formación en la cantera del club. Pero no sólo eso, también fue varios meses el segundo entrenador del equipo femenino y lleva la preparación física de los dos conjuntos sénior. Le faltan horas del día, pero es feliz con su ajetreada vida.

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Otra filosofía

En su club, uno de los pioneros del país y con varios títulos nacionales a sus espaldas, su filosofía se centra en potenciar el talento de la cantera hasta llegar al primer equipo, por lo que los fichajes internacionales son contados. De hecho, en el masculino sólo hay 4 extranjeros, todos españoles: tres almerienses, y el malagueño Reyes. Su 'modus operandi' con ellos es el siguiente: se les ofrece parte del gasto del alojamiento y coche, no un salario como tal, pero se les busca un puesto de trabajo en la localidad. «Aquí está todo muy bien pagado, incluso los trabajos que no requieran cualificación. Así que por muy caro que sea todo, compensa bastante. En mi caso, como ya vine con trabajo, no me lo tuvo que buscar el club», cuenta.

Su equipo, el Próttur Neskaupstad, ha sido subcampeón de la Copa este año y va a disputar el 'play-off' por el título

Para los que se pregunten si el sistema sanitario allí es tan estresante como en España, Reyes responde: «Aquí no les es fácil encontrar profesionales cualificados, no es como en España, que te peleas por una plaza. Lo bueno es que el sistema aquí no está saturado, apenas hay lista de espera, por razones obvias (escasa población) y hay muchos trabajadores extranjeros. El ritmo de trabajo es totalmente diferente al español, es muy calmado y tienen muy integrado el concepto de que trabajan para vivir, no viven para trabajar».

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Pero, no contento con entrenar, competir y trabajar, Reyes, muy inquieto, ha comenzado a estudiar su segunda carrera, Ingeniería Informática, por la UNED, siguiendo los pasos de su hermano mayor, que lleva 11 años trabajando como ingeniero en Noruega. Eso sí, sabe que su prioridad como fichaje internacional del equipo es rendir al frente del mismo, sobre todo en este momento de la temporada en el que van a disputar el 'play-off' por el título nacional. El equipo, que marcha cuarto, está firmando una buena temporada, con momentos como el que cuenta el malagueño: «Nos metimos en la final de la Copa, así que estamos contentos porque hacía muchos años que este equipo no lograba meterse. La perdimos contra el equipo que probablemente gane la Liga, pero la experiencia fue muy buena. Este es un deporte que está creciendo mucho aquí, la Liga crece cada año, se retransmiten partidos por televisión…». Sin duda, una decisión que no se arrepiente de haber tomado.

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