Los problemas dependen de los ojos de quién los mira. Donde uno ve un obstáculo, otro se para, analiza, y encuentra una solución que hace que esa dificultad se convierta incluso en una oportunidad. Al final no se trata de cómo de grande es el ... problema, sino de cómo reaccionas ante él. Fran Recuerda, de 26 años, nació con una de sus extremidades a la mitad: el brazo derecho. Muchos, desde pequeño, lo miraban con curiosidad y tristeza por la calle; se compadecían de él… Sin motivo.
Esta es la realidad que ha vivido siempre este joven torremolinense, pero jamás se ha sentido inferior o menos capacitado que nadie. Este es él y siempre ha encontrado la forma de salir adelante viviendo no sólo una vida normal, sino extraordinaria. «Nací así, así que me acostumbré a buscarme siempre la vida, nunca he sentido la ausencia del brazo. Siempre me he adaptado a lo que me viniese. Al final, o lo aceptas y te buscas la vida o te conviertes en una persona inútil. O lo haces, o lo haces», afirma con rotundidad.
Es una persona ejemplar, y no por el hecho de haber llevado una vida completamente independiente. Fran siempre ha sido un alumno modélico, de sobresaliente. Durante toda su infancia y adolescencia compaginó los estudios con el deporte: jugaba de cierre en el Fútbol-sala Torremolinos y cursó diseño de videojuegos. «Creo que he tenido mucha suerte, nunca me han hecho 'bullying', al contrario, siempre he tenido muchos amigos y buena actitud ante mi discapacidad… Yo creo que me es por mi forma de ser, por lo que me han inculcado mis padres. Si tu entorno te trata como uno más y deja que te desarrolles y busques tu propia forma de hacer las cosas, tiras adelante», explica.
Su disciplina hizo que nunca le faltara trabajo: pasó por una empresa del sector de los videojuegos, también por El Corte Inglés y más tarde por un banco… Pero sentía que todos estos trabajos, aunque con buenas condiciones, no le llenaban. Hace unos años, Recuerda decidió dar un giro a su vida por amor. Se trasladó entonces a Oviedo (Asturias), donde reside junto a su novia. Fue allí cuando el torremolinense descubrió una pasión que le cambiaría la vida: el crossfit. Un día, decidió acudir a entrenar al Box Ovetus, de Colloto, un pequeño municipio contiguo a Oviedo.
Le motivaba levantarse con el objetivo de mejorar diariamente en cada ejercicio, levantar más peso, hacer más repeticiones o descubrir una nueva forma de adaptar sus movimientos a los aparatos (pesas, barras, balones medicinales, cuerdas…). Muchos dirían que es imposible que alguien con un brazo menos pudiera hacer ejercicios tan pesados y sacrificados… Pero él puede. «Creo que las personas con discapacidad somos un poco masoquistas y cuando encontramos retos así, no paramos hasta que lo conseguimos. El tener una discapacidad te hace ver menos problemas en las cosas del día a día», valora. Es su reto diario, y ya no sólo eso, ha convertido el crossfit en su modo de vida.
Entrenador de crossfit
Tanto que no sólo compite en pruebas internacionales (se prepara para ello desde hace poco más de un año, con una progresión espectacular en tan poco tiempo), sino que a día de hoy, Recuerda es entrenador de su Box (así se denominan los gimnasios de crossfit). «Me dieron la oportunidad y la verdad es que me encanta poder dedicarme a algo en lo que soy feliz. Además, creo que les transmito mucho a mis alumnos, por el tema de la superación y el querer mejorar constantemente… El hecho de que la gente me vea haciendo todos los ejercicios hace que la gente piense que si yo puedo, ellos también».
Es un joven con una personalidad y fuerza apabullantes, de los que podrías ver y escuchar todo el tiempo sin cansarte, sin poner un solo 'pero' a su discurso. Tiene claro lo que quiere y nunca ha encontrado un obstáculo que se le resista para conseguirlo. A la hora de entrenar y competir, lo hace con todo tipo de personas (con o sin discapacidad), pero a la hora de las grandes citas internacionales, sí que debe hacerlo en la categoría de crossfit adaptado llamada 'Upper Extremity', en la que a día de hoy, es uno de los más destacados de España, donde el máximo referente es su ídolo, Xabier Osa.
De hecho, compitió contra él hace sólo unos meses, en el Open clasificatorio para los Crossfit Games, los mundiales más reconocidos de este deporte, disputados en la cuna del mismo: Estados Unidos. Una disciplina muy física que nació como entrenamiento de preparación para policías y militares y que, a día de hoy, está conquistando el mundo. Y en sólo unos meses de entrenamiento, el torremolinense se quedó a las puertas de clasificarse. Fue octavo, pero sólo los cinco mejores pudieron coger billete. Tiene esa espinita, pero sabe que no le durará mucho, porque confía en poder sacársela lo antes posible. «Ir a los Crossfit Games es mi objetivo y tengo que lograrlo como sea, pero además, día a día entreno con gente sin discapacidad en mi box y mi meta es ganarles a ellos. Yo no digo 'tengo una discapacidad y sólo quiero competir con gente con discapacidad', yo entreno para ganar a cualquiera». Si todos tuviéramos su fortaleza mental y su capacidad de superación, sin duda, el mundo sería diferente.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.