

Secciones
Servicios
Destacamos
El relevo generacional en la élite del deporte malagueño es un hecho y está a la orden del día, y un buen ejemplo de ello ... queda reflejado en la actual plantilla del Waterpolo Marbella femenino sénior: doce jugadoras de 13 a 17 años conforman el equipo más joven de la Primera División nacional (la segunda categoría estatal) y liderado por una jovencísima 'coach' de sólo 22 años y una extensa trayectoria. Ellas son, a día de hoy, las máximas exponentes de la provincia en este exigente deporte.
Desde el descenso del Waterpolo Málaga femenino de esta categoría, el conjunto que hasta la pasada campaña lideraba el veterano Miki Botello se ha quedado en solitario llevando el nombre de la provincia a nivel estatal en este deporte, al menos en categoría femenina. Todo hay que decirlo, hace dos años que este conjunto no atraviesa por su mejor momento, y menos aún en esta temporada 2021-22. El equipo es colista del grupo B y aún no ha estrenado su casillero de victorias. Pero, por fortuna para este joven combinado, saldrá beneficiado de la reestructuración de la Federación Española que ya comenzó a gestarse el pasado curso. Y es que, con el ánimo de impulsar este deporte e incrementar el número de competidores en las ligas nacionales, no habrá descensos esta campaña. «Nos viene muy bien, porque somos un equipo muy joven y ni siquiera tenemos chicas en edad absoluta realmente. Por lo tanto, el objetivo de este año es que se formen, que creen equipo, y de aquí a dos años no dudamos de que van a saber competir a un gran nivel, pero ahora tienen que aprender como hemos hecho todos en los inicios. Queremos que jueguen y se formen y qué mejor que hacerlo sin la angustia de tener que salvarse», explica, muy aliviada, la entrenadora marbellí, Lucía González.
A sus 22 años, es una de las voces de autoridad del club, exjugadora del equipo desde sus inicios: entrenadora de base, estudiante de Gestión Deportiva por la Universidad a Distancia y además, desde este curso, máxima encargada del equipo sénior femenino. «Es una gran satisfacción pasar al otro lado. Yo he estado en el equipo desde que sacamos el primer sénior, en 2009-10. Como no había suficientes niñas para crear categorías, hicimos un equipo sénior con todas las que estábamos, pero imagínate, las mayores tenían como 16 años. Éramos todas muy pequeñas. Al principio lo perdíamos todo, pero poco a poco empezamos a competir, como va a pasar con nuestra actual plantilla», valora, recordando sus principios.
El obstáculo que están viviendo en la actualidad, según cuenta, es el relevo generacional más drástico que han vivido en el conjunto femenino hasta la fecha, pero la realidad es que el Waterpolo Marbella siempre ha acusado problemas para crear un bloque más experimentado. Y el motivo lo explica la propia exjugadora: «Todos los años pasa esto. Se van a estudiar fuera y al final aquí no podemos ofrecerle una universidad. Algunas sí van y vienen de Málaga a Marbella, pero al final te das cuenta de que es muy difícil compaginar ese estilo de vida», se sincera González, que ha visto marchar a muchas compañeras por esta causa, incluso algunas de alto nivel, que se fueron a las comunidades punteras del waterpolo en España, Cataluña y Madrid, buscando compaginar sus estudios con el deporte. «Muchas veces retomamos a algunas que acaban la carrera y vuelven a Marbella a trabajar, por ejemplo, pero es difícil encontrar un grupo de jugadoras de 20-25 años para el equipo», destaca. La realidad es que en un equipo humilde como este es económicamente inviable tanto contratar jugadoras como ofrecerles un salario digno, por lo que la formación seguirá siendo su eje central.
Asimismo, en nombre del club, lamenta la falta de instalaciones en Marbella para que el equipo pueda competir en casa (lo hace en Fuengirola), lo que repercute en el fomento de su deporte. «Las instalaciones generan cantera y sentimos que hemos perdido ese vínculo de que los niños vengan a ver a los equipos y se vayan creando referentes, y eso que tenemos unos padres que siempre vienen a los partidos», apunta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.