CRISTINA PINTO
Sábado, 16 de julio 2022, 23:57
Maximiliano Montiel llegó desde su Argentina natal a España cuando tenía 19 años. «Yo ya hacía taekwondo desde pequeñito y mi idea cuando vine era crear una escuela propia», recuerda el argentino en una conversación con SUR. Ahora esa escuela propia con la que soñaba ... tiene nombre y cumple veinte años de edad: el Club Deportivo Doyang Benalmádena. Y claro, antes de llegar a eso hay mucha historia detrás que él mismo va desvelando: desde un pequeño espacio en el polideportivo de Benalmádena hasta pasar por dos locales más y asentarse en calle Concordia, el sitio actual del club.
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«Empecé a trabajar en el polideportivo de la ciudad y los inicios los recuerdo con seis o siete alumnos; luego, promocionando las clases en los campamentos de verano, colegios, clases de educación física y repartiendo folletos para así abrirme un hueco en la ciudad. Hasta que en 2016 decidí tirarme a la aventura en privado, al final todos los locales se me iban quedando pequeños hasta que me quedé en 2019 con el que estamos ahora. Esta es mi vocación», introduce Maximiliano Montiel cómo ha sido y sigue siendo su viaje en el taekwondo.
Desde esos seis alumnos iniciales, muchos más han pasado por el Doyang Benalmádena. Actualmente unas 260 personas entrenan cada semana en las instalaciones del club, tal y como informa Maximiliano Montiel: «Tenemos desde los 4 a los 63 años de edad. Yo doy nueve clases al día y me dedico a la enseñanza, también tengo unos tres 'coach' que me acompañan en el gimnasio», explica Montiel. Como decía, esta es su vocación, algo que desde pequeño comenzó a hacer y ya no quiere dejar, aunque sea desde la enseñanza: «Me retiré en 2009 de la competición. Daba clase y al mismo tiempo viajaba, y ya no podía. Fui dos veces tercero del mundo: una en 2004 en Corea del Sur y en 2006 en España por equipos; tengo seis medallas de campeonatos de Europa, una de ellas es de campeón en Croacia en 2009. Desde ahí me dedico de lleno a explotar el gimnasio y entrenar a competidores», aclara el fundador del club Doyang Benalmádena.
La modalidad de taekwondo que se entrena en este grupo benalmadense es la ITF, reconocida en la Federación, pero sin llegar a ser olímpica. «Nos basamos en los principios del taekwondo: cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable. Desde ahí parte nuestra enseñanza, ya luego está la parte competitiva, que es una parte del club la que la utiliza y el resto lo hace como disciplina de arte marcial», aclara Maximiliano Montiel, que además de presidente de este club es también lo es de la Asociación Malagueña de Taekwondo.
Por eso, al hacer repaso del recorrido que ha hecho este deporte lo hace con una mirada positiva: «Ha evolucionado muchísimo, de ser un deporte minoritario a contar con tantos alumnos en el grupo lo hemos notado. Está bien que crezca el numero de niños que se apuntan, eso indica que salimos de un estereotipo de los típicos deportes a los que se apuntaban desde pequeños. Un padre o una madre cuando llega aquí sabe que lo que busca para su niño es la disciplina, para que un niño muy distraído aprenda a concentrarse o para saber defenderse. Ya luego, con el tiempo, llega la competición».
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Esa en la que el club ha conseguido logros tanto nacionales como internacionales: «Dos campeones del mundo en el año 2011 en Corea del norte: Juan Antonio Grande y Sergio Roldán; Juan Antonio Grande como campeón de Europa en Bielorrisia; Adrián Pérez quedó tercero de Europa en Croacia, Valeria Pol, subcampeona de Europa, y muchos más con medallas internacionales. Además de la benalmadense Laura Tomé como campeona de Europa el año pasado y elegida como mejor deportista sénior femenina de taekwondo ITF», resalta Montiel con orgullo los logros de sus alumnos.
«Requiere de mucha preparación física, tenemos preparador físico. Pero también un psicólogo para los chicos, porque llegan con una temprana edad a competir arriba y hay que lidiar con la presión. Seamos o no olímpicos hay muchas marcas que se fijan en los alumnos para patrocinar su ropa, empiezan a jugarse becas de alto rendimiento... Son muchas cosas por las que tenemos que darles calor y cariño a los chicos, esta disciplina es en gran parte por amor al arte», reflexiona Maximiliano Montiel. Son muchos años los que este deportista y ahora maestro argentino lleva a sus espaldas con el taekwondo y su consejo principal lo tiene claro: «Que disfruten la experiencia, y si lo disfrutan todo se hace más fácil».
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