Dos nuevas e históricas internacionales

La pregunta es: ¿Qué es el flag football? Es una variante del fútbol americano en la que no se utilizan ni las protecciones en cabeza y hombros ni se realizan placajes. El objetivo es el mismo: avanzar por el campo mediante una serie de jugadas ofensivas, hasta llegar a la zona de anotación del contrario. Sin embargo, el encuentro se disputa en una modalidad más reducida de cinco jugadores por equipo (plantilla de doce) y dos tiempos de 40 minutos. Los placajes son aquí sustituidos por la extracción de una de las tres 'banderas' o bandas que llevan los jugadores atados a su cintura.

En España, este es un deporte aún con mucha proyección. Sin embargo, nuestra selección sí que ha conseguido ya medallas internacionales, especialmente el combinado absoluto femenino, vigente quinto del mundo y campeón de Europa en 2019. Por su parte, del palmarés del combinado masculino destaca su bronce continental en 2017. Pero ahora, quienes han sido noticia, han sido las jugadoras de la selección sub-17, que acaban de proclamarse hace unos días flamantes campeonas de Europa. Y de este hito formó parte una malagueña: Lorena Sánchez. En la misma fecha, su paisana Violeta Rebollo lograba el séptimo puesto junto al combinado nacional sub-15 mixto.

Y, ¿Cómo han llegado ambas hasta aquí? Violeta, de 15 años, es hija de uno de los entrenadores del club de fútbol americano Málaga Corsairs, por lo que no tardó en picarle el gusanillo y querer probar en el equipo de 'flag', que cuenta con unas catorce chicas. Lorena, por su parte, cuenta: «Desde pequeña veía vídeos de fútbol americano por Youtube y siempre quise probarlo. Miré si en Málaga había, pero no había un equipo femenino, así que me metí en flag». Un año después, ya es campeona de Europa. Sin duda, tiene un talento y una dedicación que la hacen especial, pese a su corta edad: «Nos entrenamos dos o tres días a la semana y yo además intento entrenar también el físico por mi parte, y también veo vídeos».

Aún se muestra emocionada por la gesta lograda en el Europeo, tras firmar España un campeonato impecable, sin derrotas. Así lo vivió ella: «Empezamos muy bien, con varios 'touchdown' de ventaja, el primer día nos salió redondo, pero nos hicieron ver que no podíamos relajarnos, así que seguimos concentradas todo el torneo. La final contra la República Checa fue un partido muy igualado y gracias a una compañera, Laurita, logramos el 'touchdown' final (26-24)». Aunque aún es muy joven, esta estudiante de 1º de Bachillerato demuestra una gran madurez. Ahora que su deporte pasará a ser olímpico, no puede evitar con soñarse en unos Juegos, pero sabe que aún no es su momento: «Todavía es pronto para que pensemos en ir a los Juegos de 2028. Las absolutas son las que deberían ir, porque ellas han sido las que han vivido todo el proceso de lo que ha sucedido con el flag femenino, lo han visto crecer. Nuestro sueño sería llegar a entrenar con ellas para prepararnos quizá para las próximas Olimpiadas».

Sigue su misma línea su compañera de batallas, Violeta, que quiere soñar a lo grande, pero sabe que aún debe seguir ganando experiencia. Rebollo firmó el séptimo puesto europeo con una selección mixta y ahora deberá dar el salto a la sub-17. Lo más positivo de ambas es su gran ambición, y por supuesto, el hecho de que no se asusten ante los retos. La mayor peculiaridad de su equipo, las 'Corsarias', es que son el único conjunto femenino de toda la comunidad que compite en la Liga Open Andaluza de Flag Football, de categoría absoluta e íntegramente masculina. La falta de jugadoras en nuestra región imposibilita que se cree una Liga femenina. Pero eso no las para: «Es aburrido, porque siempre perdemos, pero por otro lado es divertido porque tenemos que intentar dar siempre lo mejor de nosotras, y al final eso hace que mejores más rápido. Tenemos cualidades diferentes y el momento de cubrir a los chicos es complicado, es normal, pero siempre peleamos todos los partidos», asegura la joven, en 4º de la ESO.

Sin darse cuenta, se han convertido en un ejemplo de lucha y tesón para que más mujeres se animen a formar parte de esta disciplina. «A las chicas les diría que van a encontrar a una segunda familia en el campo y que van a mejorar y a crecer y eso las va a motivar a seguir», afirma Violeta.