La doble apuesta malagueña para el Mundial de balonmano de Japón

Además de lo Juegos Olímpicos, no hay cita internacional de mayor calibre que un Mundial. La provincia de Málaga ha dado durante años varios nombres reconocidos en el ámbito del balonmano nacional y global y tanto masculino como femenino, pero en concreto estos dos nombres nunca se habían encontrado en una gran cita como esta. Se trata de la extremo izquierdo y capitana del Rincón Fertilidad Sole López (27 años), que tras disputar el pasado 2018 el Europeo de Francia, este será su primer Mundial. No así para la también malagueña y extremo derecho del Ramnicu Valcea rumano Marta López (29 años), que suma con el de que arranca el 30 de este mes de noviembre en Japón, ya suma cuatro citas mundialistas a sus espaldas. Dos perfiles muy diferentes que representarán a España con la selección nacional y con vistas a los Juegos Olímpicos.

Las costasoleñas Sole y Marta López se conocen desde pequeñas, salieron de la cantera del Puertosol, pero sus caminos se separaron pronto. Ahora, ambas se reencontrarán en la selección cara a su primer Mundial juntas (en Japón, a partir del 30 de este mes) y además, el primero de Sole. Un nuevo sueño para la capitana del Rincón Fertilidad, que debutó en 2018 como internacional. La extremo no sólo no ha defraudado sino que se ha convertido en un imprescindible del ataque español.

–¿Cómo se siente, a unas horas de comenzar ya con las concentración previa al Mundial?

-La verdad es que muy bien, con muchísimas ganas de volver a la selección. Primero con el programa 'Objetivo 2021', pero con la mirada puesta en Japón ahora. Para mí esto significa cumplir un sueño que tenía desde pequeñita.

-Realmente imagino que, dado su rendimiento y que no ha faltado en ningún listado previo, esta convocatoria ya se la esperaba, ¿no?

-Nunca se sabe, de verdad. Es verdad que una se lo puede imaginar por las veces que me han llamado este año, pero Carlos Viver hace muy buen trabajo en el aspecto de que incorpora a mucha gente en las convocatorias, para ver quiénes son las mejores.

-¿Cómo recibió la noticia?

-Antes de que saliera la lista. Me llamó Carlos cuando estaba comiendo y obviamente me hizo mucha ilusión. No se va a un Mundial todos los días.

-Europeo, Mundial… ¿Es pronto para pensar en el escalón olímpico?

-Vamos primero a Japón (ríe). España tiene que hacer un buen papel.

-¿Y qué entiende por un buen papel?

-Hacer una buena primera fase, para empezar y el objetivo final es quedar entre las siete primeras para ir al preolímpico.

-Meta por la que luchará junto a otra malagueña, Marta López. ¿Cómo es su relación con ella?

-Muy buena. Nos conocemos desde pequeñas, porque ambas salimos del Colegio Puertosol. Coincidimos ya en la última convocatoria y estoy muy contenta de que vuelva a la selección. Se lo merece, lo lleva demostrando muchísimo tiempo. Nos vamos a juntar juventud, en lo que respecta a experiencia con España, y veteranía.

-Está pasando todo tan rápido que quizá no se ha parado a pensar en lo que está consiguiendo en un año…

-Sí me doy cuenta, pero no me gusta estar tan eufórica, porque me da respeto celebrar todo esto, todo lo que me está pasando, además antes del campeonato.

-¿Ha cambiado su vida desde que forma parte de la selección?

-No, sigue siendo la misma. Lo único es que tengo mucho menos tiempo, por las concentraciones, partidos…

-Lo que sí es cierto es que ha entrado en el foco mediático…

-A nivel nacional no tanto, pero en Málaga sí se nota un montón que nos conoce la gente e incluso los deportistas de aquí.

-¿Qué no va a faltar en su maleta?

-Primero ilusión y después una medalla de una virgen, que es de Diego (Carrasco) y a él le gustaba y la llevo siempre cuando viajo, a ver si me da suerte.

Este es su cuarto Mundial y su octava gran cita como internacional absoluta, que se dice pronto. Tras tres años alejada de las 'guerreras', la malagueña Marta López, una de las jugadoras españolas más laureadas de la historia, regresa para aportar su carácter, gol y dilatada experiencia, al combinado nacional.

–Usted se incorporará más tarde a la concentración en Madrid, ¿no?

-Sí, las que estamos en el extranjero nos incorporamos el lunes porque tenemos que seguir con nuestras competiciones (Liga y Champions).

-La última vez que vino por Málaga no tenía esperanzas de regresar con la selección y ahora vuelve a un Mundial, quién se lo iba a decir…

-(Ríe). La verdad es que sé desde hace mucho tiempo que este Mundial sería en Japón y siempre había dicho que me gustaría ir, y al final voy a estar allí.

-Vuelve además como una de las veteranas…

-Más o menos. De mi quinta estamos Silvia Navarro, Mercedes Castellanos, Carmen Martín, Silvia Arderius... quedamos todavía un buen grupo de veteranas (ríe).

-¿Cree que el equipo de este año podría mejorar el undécimo puesto que consiguieron las 'guerreras' en el Mundial de Alemania de 2017?

-Creo que tenemos un buen equipo. Si nos respetan las lesiones y avanzamos como deberíamos, creo que se puede hacer un buen papel. Tenemos además un grupo bastante accesible y cruces con bastantes posibilidades.

-El horizonte olímpico ya asoma…

-Sí, el objetivo es estar entre las siete primeras para estar en el preolímpico, y después ya veremos.

-¿Se visualiza siendo olímpica ocho años después?

-Ojalá, pero primero Japón.

-En cuanto a nivel físico y experiencia, ¿este es el Mundial al que mejor llega?

-Físicamente estoy muy bien. Este año estoy jugando aún más minutos y por la experiencia, comparando con las demás citas internacionales a las que he ido sí, esta es a la que mejor llego en cuanto a madurez y a físico.

-Vuelve a coincidir con una malagueña, ¿qué tal con Sole López?

-Genial, nos conocemos de toda la vida y siempre lo he dicho, Sole es una jugadora muy luchadora, que ha hecho un gran trabajo los últimos años y ha obtenido su recompensa.

-¿Llevará algún amuleto encima?

-No, no quiero que mi suerte dependa de algo en particular.

-Lo importante es que se ha ganado su vuelta por méritos propios…

-Sí, creo que estas dos temporadas en Rumanía me han ido muy bien y que el trabajo y el sacrificio tienen su recompensa, que para mi es el ir a Japón, porque llevo años pensando en que quería ir a este Mundial.

-¿Por qué tanta ilusión?

-Porque he estado en China, Corea… Y me apetecía mucho conocer Japón.

-E imagino que también tenía la sensación de que podía aportar algo más a la selección…

-Yo estaba centrada en jugar por mí y por mi club, y lo que viniera, bienvenido era. Ahora estoy muy contenta de volver y muy ilusionada por este campeonato, así que lo haremos lo mejor que podamos.