El deporte malagueño habla en femenino

fortunadamente, los tiempos han cambiado. Ya no se mofan de ellas por patear un balón ni se les mira diferente por portar mallas o pantalones cortos; nadie les impide creer en el sueño de ser deportistas ni coartan su libertad asegurando que su sitio está en casa, no en una cancha, tatami, piscina o pista. No ha llovido tanto desde que la situación cambiara y no ha sido la suerte la que ha impulsado este cambio. Si ahora se está, al menos, un paso más cerca de la igualdad, es porque ha habido grandes referentes femeninos que han trabajado para ello, que con su trabajo y sus méritos han allanado el camino a las nuevas generaciones. Son mujeres luchadoras que han hecho historia y han facilitado que la maquinaria empiece a rodar.

Esa compleja maquinaria implica el cambio de mentalidad en las instituciones para fortalecer las subvenciones femeninas a través de programas especializados, la apuesta económica de un cada vez mayor número de empresas que quieren darles visibilidad, y por supuesto, el papel de ellas, las deportistas, las verdaderas protagonistas. Ellas también crean escuela, también copan portadas de periódicos y empiezan a llenar pabellones y estadios, reúnen a familias detrás del televisor y cuentan con miles y miles de seguidores en sus canales personales. El cambio, por suerte, ha llegado para quedarse.

Y en Málaga, sin duda, hay numerosos casos que sirven para ilustrar esta nueva dinámica social por la que tanto se ha luchado. Deportistas y equipos referentes capaces de mover masas. Sin ir más lejos, el Costa del Sol Málaga está marcando un antes y un después en la historia malagueña y andaluza del balonmano femenino: ganador de tres títulos y con opciones de sumar alguno que más este curso, con tres jugadoras fijas en la selección subcampeona del mundo, además de otras dos internacionales extranjeras... Una plantilla de profesionales con contrato como tal y el tercer o cuarto mayor presupuesto de la División de Honor y un pabellón de Carranque con su sello. Y como cabeza visible, una malagueña con carácter y personalidad que se ha convertido en la clara referencia del equipo, la olímpica Sole López.

Presidentas en la élite

El club está dando de qué hablar en toda Europa y dirigido además por un nombre femenino, la excapitana Pepa Moreno. No es la única mujer al frente de un proyecto exitoso en la provincia. También en el ámbito del balonmano cabe destacar a Lourdes Melero como presidenta del Iberoquinoa Antequera, cuyo máximo exponente milita en Asobal.

Este año, el Costa del Sol además no es el único equipo de la provincia en la élite nacional. Tras un histórico ascenso, también juega en Primera el Atlético Torcal de fútbol-sala, con un bloque muy joven y casi íntegramente malagueño de jugadoras que además estudian o trabajan y crean mucha escuela, porque consiguen reunir a una buena afición en sus partidos como local, además de aumentar su cantera año tras año. Llenan su pabellón, al igual que el CAB Estepona (en Liga Challenge), el Unicaja o el Asisa Alhaurín (en Liga 2), de baloncesto, entre otros. Familias, cantera y aficionados quieren verlas jugar y apoyarlas cada fin de semana. Igual que el Málaga femenino, que aun con un proyecto humilde y en la tercera categoría nacional acaba de proclamarse campeón de Liga y ha conseguido que una brillante racha de resultados a nivel nacional convenza a los dirigentes del club para abrir las puertas del estadio La Rosaleda (hasta dos veces) por primera vez para su equipo femenino con la actual denominación.

Son señales de que todo está, al menos, empezando a cambiar. Hablando ya de nombres propios, una de las deportistas malagueñas más mediáticas del momento a nivel nacional y mundial es la campeona del mundo María Torres. Con su hito mundialista (la primera española en conseguir el título en kumite o combate), logró captar la atención del país y de un público más amplio que aún no lo conocía. Desde entonces, su vida ha cambiado: muchos más seguidores, homenajes, recibimientos... Es algo similar (a escala más reducida) a lo que vivió otra malagueña que ya ha hecho historia, la primera olímpica andaluza en aguas abiertas, Paula Ruiz, máxima exponente malagueña del momento en el mundo de la natación.

La natación habla en femenino en la provincia con María de Valdés, Carlota Torrontegui, Laura Rodríguez, Carmen Balbuena, Diana Santamaría o María de Gádor Luque... Y por continuar el listado de deportes en los que, actualmente, las protagonistas son ellas: en golf destacan la olímpica Azahara Muñoz y le siguen el paso Ana Peláez, Laura Muñoz o Noemí Jiménez. Además, volviendo al balonmano, nunca está de más mencionar a la más laureada de todos los tiempos en la provincia: Marta López. Sin olvidar a dos campeonas de Europa como Natalia Baldizzone (patinaje) y Natalia Fischer (ciclismo de montaña), entre otras. Líderes y referentes en disciplinas históricas y también en otras con gran proyección, como el pádel, donde Bea González es la segunda jugadora del World Padel Tour con mayor número de seguidores en redes, todo un icono, como en su momento fue Carolina Navarro. El presente y el futuro del deporte malagueño se escribe en femenino.

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