Cuatro víctimas ya de Primera División para un 'matagigantes' histórico

No fueron muchos los aficionados malagueños presentes en la semifinal, pero se hicieron notar, y para hoy sí que se espera un gran desembarco cara al partido decisivo. Sin presión alguna, han ido derribando uno tras uno gigantes en un torneo que no tiene nada más que once años de antigüedad, con sólo tres campeones: Barcelona (siete), Inter Movistar y ElPozo Murcia (dos cada uno).

La primera víctima, siempre en eliminatorias a partido único disputadas en casa, fue el Burela gallego. Los goles de Óscar y Álvarito tumbaron a un rival que empató el partido por medio de Rikelme a sólo dos minutos del final, en un desenlace muy emotivo. En octavos de final el sorprendido fue el Fútbol Emotion Zaragoza (5-3). Dos goles de Pablo tuvieron una respuesta inmediata en el cuadro maño, con Adri Ortego y Dani Santos, pero en los diez minutos finales el Fernando Argüelles se vino abajo celebrando las dianas de Quique Hernando, Óscar y Burrito.

La capacidad de sorpresa del BeSoccer UMA se reducía a medida que iba pasando rondas. El duelo en cuartos de final ante el Ribera Navarra se presuponía ya complicado, porque daba el pase a la Final Four de Jaén. Pero las huestes de Tete se crecieron más que nunca con un 5-5 en el tiempo reglamentario y un parcial de 4-0 en la prórroga para el 9-5, ante los riesgos asumidos por el rival. Fueron cuatro dianas de su gran goleador, Cobarro, dos de Pablo, y una de Quique Hernando, Burrito y Óscar.

Así las cosas, no se podía perder la fe en el cuadro malagueño en la semifinal de ayer ante el Industrias Santa Coloma, por más que fuese el séptimo clasificado de la considerada mejor liga europea de fútbol-sala y el concurso de Drahosky, máximo artillero del torneo. Sorprendentemente, el BeSoccer UMA, que rozó la perfección en defensa, solamente encajó un gol y, lo que es más importante, no concedió demasiadas opciones para pasar apuros durante todo el segundo tiempo, en muchas fases en las que el cuadro catalán tuvo que asumir riesgos atacando con portero jugador.

No es el BeSoccer un club que opere a golpe de talonario, ni mucho menos. Lejos de la profesionalización, está viviendo en las últimas temporadas los mayores éxitos deportivos de su historia pero manteniéndose fiel a su idiosincrasia, con jugadores nacionales, y que en su mayoría cursan estudios en la Universidad de Málaga. Esto no ha sido óbice para una trayectoria de equipo ascensor. Subió a Primera en un hito histórico en la temporada 2014-15, pero bajó a las primeras de cambio. Regresó a la élite en la 2017-18, no pudo lograr la permanencia en la 18-19, pero al curso siguiente volvió a ascender y, de nuevo, descendió a los meses. Tres alegrías y otras tantas decepciones, que ahora se suman a la primera final de su historia y a la esperanza de un nuevo ascenso, porque el equipo comenzará la próxima semana la disputa de los 'play-off', al acabar tercero en la competición. Su rival será el Alzira, y en caso de superar una eliminatoria a doble partido, el rival saldrá del duelo entre el Peñíscola y el Atlético Benavente.