El club de patinaje Al-Ándalus: casi una década en busca de un espacio digno

El club de patinaje Al-Ándalus, fundado en 2011 y con sede oficial en el Puerto de la Torre, lleva casi una década siendo una entidad nómada. Entre el riesgo y la necesidad, sus patinadores han desempeñado esta actividad en patios de centros educativos de Teatinos, con porterías de fútbol-sala y canastas de baloncesto de por medio, y explanadas no cerradas al tráfico, como las del Palacio de Ferias o el nuevo campus de la Universidad de Málaga, en la Ampliación. Los nueve años de negociaciones que ha estado llevando a cabo con las instituciones para conseguir una pista de patinaje adecuada a sus necesidades parecen, al final, poder tener un desenlace cercano.

Así lo cuenta el presidente del club, Paco Núñez. La propuesta fue saltando de concejal en concejal hasta llegar al día de hoy. Se le asignó un presupuesto de 500.000 euros para empezar con los primeros trámites, pero la llegada de la pandemia desvió el dinero para ser destinado a otros menesteres de más urgencia. En su día y antes de la subida de los precios, el proyecto se cifró en un total de dos millones setecientos mil euros, «aunque ahora sería mucho más dinero», matiza Núñez. El actual concejal de Deportes, Borja Vivas, ha tomado cartas en el asunto y trabaja ya tanto en el proyecto como en alternativas en los tres años (tiempo estimado) que tarde en finalizar la obra.

El patinódromo definitivo estará ubicado en un terrizo de la barriada de Hacienda Bizcochero, en Ciudad de la Justicia (distrito de Teatinos-Universidad), que contará con un asfaltado específico y especial para la actividad del patinaje. El lugar alternativo que ofrecerá el Ayuntamiento será la explanada situada entre el Martín Carpena y el Carrefour Los Patios, donde sólo han solicitado una pista; sin vestuarios y sin oficinas, debido a su urgencia: «Nos conformamos con lo básico, un suelo asfaltado para no caernos».

Su temporada empezará en febrero y la mudanza está prevista para enero del próximo año. En el seno del club están contentos con esta solución provisional y esperan poder disponer de esta opción para el comienzo del curso deportivo. «Con las medidas que nos dieron podríamos realizar hasta campeonatos internacionales», detalla el presidente. Las asociaciones vecinales de la zona apoyan la iniciativa. «No hay muchas instalaciones deportivas por allí», añade.

Sus patinadores han tenido que lidiar hasta el momento con el tráfico, la escasa iluminación cuando cae el sol y con las imperfecciones en el suelo, llegando a alcanzar velocidades de hasta 50 kilómetros por hora. «Creo que soy el único entrenador de España que les dice que no corran», bromea. «Ya hemos tenido algún susto», vuelve a añadir. Con alrededor de 500 miembros, señala que se esmeran mucho más en perfeccionar la técnica sin hacer demasiado hincapié en la velocidad por motivos de seguridad.

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