2021 ha sido el año del kárate malagueño. Si en verano Damián Quintero logró la plata olímpica en katas –un éxito más que previsible–, el 20 de noviembre llegó la gran sorpresa. María Torres se había quedado a un paso de acudir a la cita ... en Tokio, en gran parte por una decisión muy polémica de los jueces, y no tuvo el más mínimo reparo en afirmar entonces que aún le quedaba la opción de ser campeona del mundo. Y así fue. La joven deportista malagueña entró además en la historia del deporte español al convertirse en la primera española en conseguir el título mundial individual en kumite (combate). Este éxito supuso el premio a su constancia, a miles de horas de entrenamiento desde que a los tres años comenzó el deporte que casi cuatro décadas antes convirtió a su padre, Eugenio, en referente a nivel nacional y también en campeón de Europa en hasta cinco ocasiones. Karateca de depurada técnica pero de baja estatura en comparación con sus rivales más importantes, Torres preparó concienzudamente el certamen de Dubái con implacable tenacidad –con jornadas maratonianas en verano y una sacrificada alimentación– y en el combate decisivo salió al ataque, sin esperar el habitual periodo de tanteo, para cobrar una ventaja a la postre definitiva. Culminó así un largo listado de triunfos a todos los niveles para ser aún más, si cabe, referente para todos sus alumnos y un modelo para los jóvenes porque es licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y ahora cursa una segunda carrera, Magisterio.
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