El 'bocado' de Oumaiz a su marca de 5.000 le sitúa ya con mínima olímpica

Ahora bien, Oumaiz aún no tiene el billete para Tokio 2021. Más allá de que se den las circunstancias sanitarias el próximo julio para que finalmente se celebre la gran cita universal del deporte, al malagueño aún le queda refrendar esa marca en las fechas que lo exige la World Athletics (nueva denominación de la IAAF), el organismo rector internacional del atletismo. Tras el aplazamiento de los Juegos, se optó por validar las mínimas conseguidas el año pasado y ofrecer un nuevo periodo de mínimas directas, que comienza el 1 de diciembre y concluye el 31 de mayo. World Athletics otorga 42 plazas para la prueba de 5.000 en Tokio 2021, que se adjudicarán con estas mínimas y se completarán con el 'ranking mundial' en el caso de que no se cubra el cupo con quienes bajen de 13:13.50 en la distancia en el periodo exigido. Además, hay una restricción de participantes por país.

En cualquier caso, todo lo que está consiguiendo Oumaiz en su impresionante progresión resulta llamativo a tenor de su edad, atípica en la élite mundial del fondo. Su primer gran aldabonazo llegó en noviembre de 2018 con la tercera posición en el prestigiosoCross de Atapuerca, pero luego refrendó sus condiciones con la plata en el Europeo júnior de la modalidad en diciembre (en Tilburg, Holanda) y, en 2019, con el título nacional absoluto en Cáceres. Se da el caso que desde 1961, con el legendario Mariano Haro no revalidaba un atleta español el título júnior y sénior en la prueba. Luego fue vigésimo en el Mundial de Aarhus (Dinamarca), con un fulgurante comienzo, y 'pinchó' en diciembre en el Europeo de Lisboa (retirada prematura fruto de los nervios y de la presión por ser favorito).

Oumaiz se centró en el 5.000 en la pista y, fruto de su escaso rodaje en competición en esta distancia y de su enorme calidad, le ha ido dando 'bocados' suculentos a sus registros previos, síntoma de que aún tiene un gran margen de mejora. El mayor el del viernes en Montecarlo, ya que rebajó en 18 segundos el anterior, de 13:31.45 en julio en el Desafío Nerja.

Pero Oumaiz ya había pulverizado el mes pasado también la plusmarca española de 5.000 en ruta (asfalto), con 13:19, dejando atrás en casi medio minuto las de Chema Martínez y Chiki Pérez. A su entrenador personal el reputado Antonio Serrano, no le sorprende en exceso lo sucedido: «Él está preparado para hacer esas marcas. En el atletismo español estamos falto de figuras y nos viene bien». Además, admitió que la prueba de Mónaco era el gran objetivo en la preparación antes de un descanso para comenzar a preparar el Europeo de Cross, el 13 de diciembre en Dublín.

Serrano destacó también que dejase atrás un récord nacional sub-23 en 5.000 de dos décadas de vigencia en una carrera que pasará a la historia, con la plusmarca mundial del ugandés Joshua Cheptegei (12:35.36), atleta del NN Running Team, como el nerjeño. «Ha estado dos meses a tope, pese a la pandemia, y ahora se merece un descanso. No sabemos si tendrá esta semana otra prueba –en la Diamond League no habrá más 5.000– y, si no, volverá en septiembre. No es normal lo que está haciendo con 21 años, pero quiero que esté hasta los treinta y pico corriendo», se sincera su preparador, que no quiere pasarse de rosca con su pupilo.