Una final ganada con ocho jugadores

Fueron los siete héroes del Olivo Arena. Pasarán a la historia como tales. Hablamos de Alvarito, Miguel, Óscar, Cobarro, Burrito, Davilillo y Pablo, a los que se suma el meta Cone. Ganar con siete hombres de campo una final de Copa del Rey a un rival de Primera da idea de lo increíble de la gesta. Tete no disponía de sus dos cierres, Raúl Cantó y Quique Hernando (presentes en Jaén para hacer grupo, pero operados de rodilla), y tuvo que recolocar a Alvarito.

Además, Dani Ramos, con molestias en los 'isquios', actuó sólo en la semifinal, y Davilillo no estaba a tope. Tampoco quiso jugársela Tete con la juventud de los canteranos Campano (17 años) o Jesús Sepúlveda (21) a ese nivel de exigencia, aunque el primero de ellos estuvo muy cerca de salir cuando Miguel tuvo una hemorragia nasal y se marchó unos minutos al vestuario. Incluso, el técnico pidió un tiempo muerto al final de la primera mitad par dar resuello a los suyos, más que para efectuar correcciones. El Valdepeñas jugó con trece, más que en la semifinal ante el Jaén.

La plantilla del BeSoccer UMA tiene, además, un destacado peso de jugadores de la tierra, con Miguel y Óscar, de Cuevas del Becerro; Cone, de Coín, y Burrito, Davilillo y los jóvenes Pablo, Yiyo, Campano y Jesús Sepúlveda, de la capital. Este es el análisis del técnico del BeSoccer UMA, Tete, de cuál fue la aportación de los suyos en la Final Four de Jaén.

«Todo equipo campeón necesita un portero campeón. Hizo dos partidos espectaculares, minimizando errores. Cuando se gana un torneo de esta magnitud, el portero tiene que ser de los mejores jugadores, porque si no es imposible».

«No diría que ha sido nuestro MVP, porque no puedo dejar a otros jugadores en el tintero, pero ha tenido mucha importancia. Tuvo que bailar con la más fea. El sábado, con Drahosky (el 'pichichi' de Primera) y, en la final, Matheus Brea, con una corpulencia espectacular, y no se arrugó. Acabó anestesiado, con molestias en los cuádriceps».

«Es el que más tiempo lleva, junto con Óscar, en el conjunto, y tiene la experiencia de tres temporadas en Primera. Es un ejemplo para el resto. Contagia su alegría, y eso es muy importante. En esta Final Four ha vuelto al nivel que todos conocíamos de él, con mucha ida y vuelta. Su gol (el 1-1) nos metió en el partido en la final tras ir perdiendo».

«Es el jugador que todo entrenador quiere tener, porque a nivel táctico es muy disciplinado. No se guarda ningún esfuerzo y siempre está bien colocado. Se ha destacado con dos goles en la Final Four de la Copa, que es lo que más le exigimos».

«Nuestro hombre gol. Con él empieza nuestra defensa y termina nuestro ataque. No sólo le elogiaría por los goles, porque es nuestro 'pichichi', sino por el trabajo defensivo que hace y cómo contagia a sus compañeros. El equipo defiende según el estado en que esté él».

«Es la magia, el amago. Ha sabido manejar los tiempos de los dos partidos con tranquilidad, siendo el más listo de la clase. Me ha llegado del mismísimo seleccionador nacional que le sorprendió lo bien que defendió en la final, ya que siempre se acusa a los jugadores de talento de que les cuesta. Por trayectoria, era el que tenía más experiencia en estas situaciones».

«Jugó un poco menos porque estaba tocado en un aductor y no lo queríamos someter a un desgaste, pues tenemos la fase de ascenso. Es la continuación de Burrito, pura magia. Tiene esa calidad de los grandes jugadores, pero hay que elogiar su trabajo defensivo también».

«Es un volcán con 21 años. Un talento desconocido, pero ya internacional sub-21. No tiene techo, y ahora es un pívot por el que preguntan muchos equipos».

«Se merece más que nadie este titulo, tras la larga lesión de la pasada campaña. Jugador con mucho recorrido y completo», comentó sobre el ceutí, que jugó solamente unos minutos en la semifinal, no en el partido decisivo.

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