De nuevo, volvió a batir un 'record', aunque en este caso, personal. Este fin de semana, la mejor jugadora malagueña de pádel del momento, Bea González (nº 5 del mundo), volvió a tocar el cielo junto a su compañera de batallas, Delfi Brea (nº 7). ... Quizá no jugasen la mejor final de sus vidas, pero volvieron a regalar a los espectadores una verdadera lección de calidad y control no sólo sobre la bola, también sobre cómo dirigir un partido y no ceder pese a las complicaciones del juego.
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Una verdadera recompensa a tanto trabajo, convertida en el segundo título consecutivo que consigue González esta temporada, en la que ya se ha coronado cinco veces junto a Brea en World Padel Tour, y una sexta, en Premier Padel -ya van once títulos profesionales en su palmarés-. Es un hito en la carrera de la joven malagueña, porque es la primera ocasión en la que se cuelga el oro en dos torneos consecutivos. Lo consiguió hace dos semanas en el Open de Malmö (Suecia) y este domingo, a las doce de la noche (hora española), levantó el trofeo del Open de México, al imponerse 6-4 y 6-2.
Ante la baja de la pareja número uno del mundo, por la ausencia (no justificada) de Paula Josemaría, y la sorprendente derrota en octavos de final de la pareja número 2, las número 3 del 'ranking', González y Brea partían como favoritas para levantar ese título. Y cumplieron con nota, ganando partido tras partido hasta llegar a la final, en la que se encontraron a la dupla revelación del torneo: la veterana Virginia Riera (nº 8) y Tamara Icardo (nº 9).
Como ya decíamos, no fue el partido de sus vidas, pero supieron lidiar contra la presión de una gran final, mantener el control del partido pese al ritmo más lento que planteaban las rivales, y sobre todo, aprendieron a ser decisivas en los momentos clave, como las bolas de oro. Se sobrepusieron la malagueña y la argentina a un primer set muy igualado, que lograron romper tras el 4-4, dando un paso al frente e imponiendo su juego más agresivo.
Arrancaron con fuerza la segunda manga tras cerrar la primera 6-4 y con un 2-0 empezaron a poner contra las cuerdas a la dupla rival, que aunque mantenía la calma, comenzaba a mostrarse más errática, sobre todo del lado de Icardo. Por su parte, Bea, asumía muchísimo más volumen de juego que su compañera, con el ánimo de cansarla físicamente, pero lograron encontrar un buen equilibrio en la pareja para imponerse con autoridad y, aun sin grandes alardes, demostrar que esta dupla rival no tenía opciones ante ellas.
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«No sé si es nuestro mejor momento, le ponemos muchas ganas, desde luego», respondió González a los micrófonos de World Padel Tour tras la final, cuestionada sobre el estado de forma de la pareja. Y, siendo autocrítica, continuó, en tono jocoso: «Darle la enhorabuena, yo he jugado hoy, como dirían en mi tierra, 'regular na' más' y felicitar a mi compañera Delfi porque se ha echado el partido a las espaldas».
Ahora, sólo queda cerrar el año del World Padel Tour en busca de un título que aún no guardan en sus vitrinas: el del Master Final (este año será en Barcelona, a mediados de diciembre). Sin embargo, la paleña valoró: «Hoy sólo pensamos en descansar, en celebrar esta victoria que hay que valorar muchísimo. El Máster es para disfrutarlo, así que esperemos que se dé superbién, nosotras daremos todo lo que tenemos dentro».
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