Bea González y Marta Ortega dan la campanada y se cuelan en la final del Open de Dinamarca

Al fin lo han conseguido. Tras un largo período de altibajos, Bea González y Marta Ortega han despegado y por todo lo alto. La malagueña y la madrileña firmaron ayer uno de sus partidos más sólidos desde que comenzaran su andadura juntas, apenas unos pocos errores forzados, una gran fortaleza física y una exhibición de golpes de la que se sirvieron para derrotar a una pareja que parecía imbatible, la número uno: Gemma Triay y Ale Salazar (6-1 y 6-4). Un resultado que las impulsó en Dinamarca hacia su primera final de un Open del World Padel Tour en la presente campaña. En la final de este domingo, se medirán a Mapi Sánchez Alayeto y Sofía Araújo, que han debutado como pareja en este torneo.

Tras ganar en sólo dos sets una pareja con 'ranking' superior en los cuartos de final, como es la de Delfi Brea y Tamara Icardo, González y Ortega, reforzaron su estado anímico y llegaron más fuertes y concentradas que nunca a esta semifinal. No requería menos la dupla rival, que partía como clara favorita al haber perdido sólo un partido en todo el año. Sin embargo, muchos no contaban con la nueva versión de la malagueña y la madrileña. Firmaron un partido prácticamente redondo, con una seguridad y una energía apabullante y la sensación de tener el partido controlado en todo momento. No perdieron la calma con su energía y rapidez características, aptitudes que pudieron traicionarlas en anteriores ocasiones.

Este dominio hizo mella en las número 1, que se sintieron incómodas al no poder desarrollar su mejor juego, al menos, durante un primer set en el que cayeron con contundencia (6-1). Comenzaron de nuevo poniéndose por encima 'La Perla de El Palo' y 'La Doctora Ortega', pero llegó la esperada reacción de Triay y Salazar para igualar las tornas, hasta el punto de que casi tentaron el tercer set. Los puntos se volvieron más extensos y las cuatro dieron un gran espectáculo con su aguante defensivo por momentos del partido.

Pero la joven malagueña estuvo especialmente incisiva con sus 'winners'; sacó bolas por tres y por cuatro y hasta recuperó otras saliendo de la pista. Su carácter de revés fue crucial. Con el 5-4 en el marcador y Triay y Salazar pecando de errores no forzados, González y Ortega sólo tuvieron que aguantar para sellar la victoria.