Bea González, la campeona de Master más joven de la historia

Sólo con este dato ya se puede poner en valor lo especial que ha sido este trofeo para la revés malagueña, pero el trasfondo es mucho más relevante. Con sólo 21 años lleva varias temporadas rompiendo todos los récords de precocidad posibles en el World Padel Tour: fue la jugadora más joven de la historia del circuito mundial en debutar en el circuito, con sólo 14 años, también fue la más joven en acceder a las rondas de cuartos, semifinales y final, y como no podía ser de otra forma, también ostenta aún el récord de precocidad a la hora de levantar un título de Open, algo que consiguió con 18 años, en el Madrid Open de 2020 y junto a la madrileña Martita Ortega.

El destino es caprichoso, y quiso que este domingo, Bea González escribiera una nueva página de la historia del World Padel Tour en el mismo sitio en que se consiguió el récord que la paleña batió esta vez: el de ser la jugadora más joven de la historia del circuito en levantar un título de Master, dejando atrás el registro de Ari Sánchez, que lo consiguió en 2019 en esta misma cita vallisoletana (también con 21 pero unos meses más).

Ha sido, sencillamente, como tenía que ser, tras firmar un torneo perfecto, mayúsculo, consolidándose como la 'MVP' de la final y refrendando su gran estado de forma ante la que asegura que será su pareja de por vida. Así lo aseguró, eufórica, tras ganar la final: «Creo que este triunfo es muy importante para nosotras; este partido ha sido muy duro, hemos pasado por muchísimos momentos, Delfi tiene una cabeza impresionante y estoy muy feliz de jugar con ella, no quiero jugar con nadie más en mi vida. Este triunfo es de todos los que nos acompañan, espero que hayáis disfrutado mucho con nosotras». Y sentenció: «Estoy muy feliz, este partido es la recompensa al esfuerzo de mucha gente. Ha sido un placer jugar en Valladolid, por un momento, creía que estaba en Málaga».

Para mayor casualidad, González consiguió este hito tras imponerse a su excompañera, Martita Ortega, y a la exnúmero uno mundial Gemma Triay, en un duro duelo de más de dos horas y media que tuvo que llegar al tercer set (6-2, 5-7 y 6-2). Un partido lleno de altibajos, de emociones y de sobreesfuerzo por parte de las cuatro jugadoras, varias de ellas con molestias por el volumen de torneos que vienen afrontando. La malagueña y la argentina comenzaron con una dinámica apabullante, muy agresivas y con la completa iniciativa en la pegada y en la red, por lo que el 6-2 llegó inicial llegó con aparente facilidad.

Pero el partido fue otro distinto en el segundo set, cuando Ortega y Triay echaron mano a la estrategia, a los cambios de dirección constantes, las bolas a distintas velocidades, los amagos y las bolas al cuerpo, haciendo ver que no hay amigas dentro de la pista. Con cabeza y mucha técnica llevaron las riendas de esta manga, aún así, siempre muy equilibradas en el marcador. Por si fuera poco, la malagueña cerró este set sufriendo un duro golpe tras caer de boca contra la red, por lo que tuvo que pararse el juego.

Pero aún así, se recompuso con más fuerza que nunca la joven pareja. Delfi, aun acusando el cansancio y los más de 30 grados de Valladolid, aguantó estoica en la defensa, mientras que Bea González seguía deslumbrando al mundo con sus constantes 'winners', sobre todo con su potencia en el 'smash' y sus recursos para dormir la bola al lado de la red o correr para devolverla desde fuera de la pista. Puso en pie a la grada en varias ocasiones, y no fue para menos.