JOSELE
Boxeo

Ayoub Ghadfa: «Hay que motivar a los niños a que luchen por sus sueños»

«De momento voy a seguir en amateur y, si continúa el boxeo en Los Ángeles, en principio estaré otro ciclo», afirma el reciente subcampeón olímpico de boxeo en París

Jueves, 15 de agosto 2024, 00:40

Personas como él son las que merecen la pena ser escuchadas y seguidas. Un joven luchador, entregado al deporte, con buenos hábitos y que se empeña en transmitir a las futuras generaciones la importancia de la educación y los valores del mundo deportivo. Ambas cosas ... le impulsaron en su carrera hacia la histórica plata olímpica que logró en París. Un hito que no ha pasado desapercibido en su Marbella natal, donde ayer recibió un baño de masas sorpresa en su visita al Gimnasio Sho-Dan, donde comenzó su carrera. Alrededor de un centenar de adultos y niños pidiéndole fotos y autógrafos al boxeador Ayoub Ghadfa dejaron ayer una estampa para el recuerdo y le hicieron ver la trascendencia de su medalla. Ahora sólo queda esperar qué le depara el futuro, si seguirá siendo amateur o pasará al profesionalismo.

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-¿Esperaba un recibimiento así?

-No, la verdad que no. Me ha sorprendido. Ver a todos los chavales, todos los niños, ha sido algo muy chulo, la verdad.

-¿Así de frenéticas han sido estas últimas horas después de los Juegos?

-Más o menos. En el Aeropuerto de Madrid hubo también un montón de gente. Estuvimos casi una hora haciéndonos fotos Emmanuel (Pla) y yo. Es muy chulo, la verdad.

-¿Se le hace raro que de repente le conozca todo el mundo?

-Bueno, poco a poco uno va asimilándolo. Voy viendo que no he conseguido algo cualquiera. Al final la repercusión es más grande.

«Sentí un orgullo tremendo al verme en el podio, pero lo mejor fue celebrarlo con mis padres»

-Antes de los Juegos recuerdo que decía que este era como cualquier otro campeonato, pero ya va se está dando cuenta de la repercusión que tiene un podio en unos Juegos olímpicos, ¿no?

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-Eso es verdad, pero por otro lado, cuando uno va a competir no puede estar pensando en que son unos Juegos o un campeonato del mundo, porque al final eso te mete presión, agobio, estrés, ansiedad, y eso al final son cosas negativas. Tienes que pensar que es un campeonato normal, los rivales son los mismos que los de siempre, es un recinto más grande o más pequeño, pero al final el 'ring' es el mismo que el de siempre. Ahora es verdad que uno va diciendo «¡vale! ¡Lo he conseguido!».

-Hubo un momento épico en los Juegos, en la semifinal ante el rival francés, en el que jugó con la Philippe Chatrier de Roland Garros en contra, abucheándole. ¿Cómo vivió aquel combate?

-Eso sinceramente es algo que a mí nunca me ha afectado. Ya he peleado en casa de rivales en el Europeo de 2022. En el Europeo de 2024 la final la hice también con serbio, con todo el estadio reventado de serbios y a mí no me afecta. Cuando estoy ahí, estamos él y yo arriba del 'ring', y no hay nadie para ayudarte.

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-¿Cuál ha sido el combate que más le ha marcado en París?

-El primero, que fue bastante duro, la verdad. Además también fue el que rompió el hielo. Estaba más cargado, acabé cansado… Era un rival complicado, pero gracias a Dios lo sacamos adelante y muy bien.

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-En el caso de la final, ¿la vivió ya como si fuera un premio a su torneo o fue realmente decidido a buscar el oro?

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-El premio era estar ahí simplemente, ya llegar ahí a los Juegos era un premio, porque para mí el objetivo a corto plazo era clasificarme. Lo conseguí y eso ya fue un premio. Cuando gané el primer combate ya fue un premio, al final, son premios constantemente, pero sí que quería ganar la final. Tenía la estrategia planteada, incluso me visualizaba ya ganando a mi oponente, pero bueno, no pudo ser. Al final lo di todo, rendí bien, y ya está. No me quedo con ninguna espina. Lo di todo, que eso es lo importante y la verdad que estoy contento con mi rendimiento.

-Realmente, al menos en esta ocasión, fue un oro merecido para Jalolov, más experimentado y en un gran estado de forma, pero, ¿cree que fue injusto que él ya hubiera competido como profesional cuando el boxeo olímpico es amateur?

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-No, lo veo bien. A los Juegos Olímpicos van los mejores y, ya sean profesionales o amateurs, a mí me da igual. Ahí son los mejores contra los mejores. Que un profesional quiera volver a ser amateur para ir a los Juegos no me parecería mal, porque al final son los mejores. Es más, al final ellos tienen más que perder que de ganar, por eso la gente, los profesionales, no pasan a amateur, sobre todo por cuestiones económicas. Les baja el caché.

-Una de las gratas imágenes tras los combates era el compañerismo o buen hacer que reflejaban aun siendo rivales. Con Jalolov, por ejemplo, se abrazó al final del combate…

-Sí, sí. Ya nos conocíamos. Estuve con él en la concentración que hicimos en Francia. Hablé con él y él es un buen tío. Aunque tiene cara de pocos amigos, a priori es un buen tío (ríe). Al final siempre hay respeto en el boxeo. Tú terminas de boxear y el otro no es tu amigo, pero sí que hay un compañerismo y hay buen rollo.

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-Investigamos un poco a Jalolov y es una auténtica estrella en su país, como una especie de Cristiano Ronaldo en Portugal. Estaría bien que en España se les valorase así, ¿no cree?

-Sí, es como tú dices, un Cristiano Ronaldo allí. Nosotros cuando fuimos a Uzbekistán, lo veíamos en todos lados: en los autobuses, pancartas gigantes, haciendo anuncios de todo tipo… En España prima más el fútbol y baloncesto, que está muy bien, porque es lo que a la gente le gusta y consume, la gente paga y por eso cobran tanto y tienen tantos patrocinios, y eso también hay que entenderlo.

-Si bien es cierto eso, también lo es que el ser medallista olímpico ha puesto su figura en un escaparate que ahora puede aprovechar para 'vender' su marca y hacer despegarla aún más…

-Sí, exactamente. Ahora hay que aprovechar el tirón y a partir de ahí intentar crecer como imagen, como deportista y como todo. Al final hay que aprovechar, es una oportunidad y hay que aprovechar.

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-Volvamos a los Juegos. ¿Qué anécdotas vivió? ¿Con qué momentos se queda o qué es lo que más le ha sorprendido?

-El desfile inaugural fue increíble, pero el problema es que nos cayó una buena (lluvia). Estábamos calados y no pudimos terminar. Nos fuimos a casa para no ponernos malos, pero estuvo muy guay. Y en cuanto a la Villa, estuvimos con el Rey, que se sentó a comer con nosotros. Estuvimos con muchísimos deportistas… Me crucé con Nadal y Alcaraz. Yo iba en bici y nos saludamos, me dio cosa pedirle una foto, pero me hubiera gustado (ríe).

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-Compartía habitación con…

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-Con Emmanuel Reyes, que también cogió el bronce. Es muy divertido, lo pasamos muy bien.

-Del momento del podio hablamos en una entrevista previa porque uno de sus primeros recuerdos olímpicos fue ver a los españoles en el podio de Río 2016. Aquello le marcó y ahora lo ha vivido usted. ¿Qué sintió entonces?

-En el momento estaba con la emoción, con la adrenalina… Sentí un orgullo tremendo al verme ahí subido al podio y luego estaban mis padres ahí abajo.

-¿Se esperaba que estuvieran allí en la final o fueron por sorpresa?

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-No, no. Fueron de sorpresa, los vi después del combate. Me dijeron: 'mira allí a la grada', miré y estaban mi madre y mi padre. Yo me lo olía, porque hablaba con ellos por teléfono y me hablaban muy rápido, me parecía muy raro. Digo, qué raro. Fue increíble poder tenerles allí.

-¿Con qué momento se quedas de los Juegos?

-Con ese momento, el de celebrar mi medalla con ellos.

-La pregunta del millón ahora es qué piensa hacer con su futuro. ¿Seguirá unos años más en el mundo amateur o intentará ser profesional?

-Ahora mismo no sé nada. De momento voy a seguir en amateur. Estoy viendo a ver qué me ofrecen, qué más puedo hacer. Por el momento si sigue el boxeo en Los Ángeles, en principio seguiré el otro ciclo.

-¿Cree que cuando quiera dar el paso profesional le será muy duro? ¿Hay mucha diferencia entre el profesional y el amateur de alto nivel ahora mismo?

-Sí, pero el amateur está más complicado en cierto sentido, En el profesional, lo difícil es que para llegar al nivel mundial hacen falta años de 'ranking', de combates. Pero el amateur está muy complicado. Mucha gente piensa que el boxeo amateur es para aficionados, pero los torneos son duros, conllevan mucha preparación, para muchos combates en varios días consecutivos, no sólo uno… Es diferente.

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«El 'bullying' me enseñó a luchar. Pude haberme encerrado en casa, pero aposté por el deporte»

-Eso sí, de momento pospone otro de los sueños que tenía de ser profesor de Educación Física para centrarse en su carrera deportiva, ¿no?

-Sí, pero seguiré estudiando y formándome todo lo que pueda. Ahora voy a hacer un máster de profesorado en la UCAM. Hay que ir sacando cosas, que al final luego nunca se sabe cuándo va a acabar la carrera.

-Ese ha sido el gran mensaje que ha dejado a los niños hoy, ¿no? Hace un momento, los ha reunido a todos en un corrillo y les ha hablado sobre la importancia de estudiar…

-Eso intento, quiero transmitirles que estudien, que hagan caso a sus padres. Muchos niños piensan que lo saben todo, se van por el camino equivocado, y eso es una pena porque hay chavales con talento y con muchas cualidades que lo desperdician. Además de los estudios, el deporte te enseña valores y muchas y eso es lo que hay que transmitir: que estudien, que hagan deporte y que hagan caso a sus padres. Hay que hacer algo de provecho en la vida, no perder el tiempo con cosas que no merecen la pena; el deporte da disciplina, valores y si logras llegar lejos, puedes vivir haciendo lo que te gusta.

«Estar en los Juegos ya era un premio. Me visualizaba ganando la final, no pudo ser pero lo dí todo»

-En cuanto al tema del 'bullying' que sufrió de pequeño, forma parte de su historia, pero ya ha dejado entrever que no quiere que se le siga dando tanta visibilidad, sino a su carrera deportiva, ¿cierto?

-Claro, fue una etapa que me enseñó a luchar, a seguir mis sueños y a no rendirme. Porque yo perfectamente podría haber entrado en depresión o encerrarme en mi casa a jugar a la videoconsola y no volver a salir para que no se metieran conmigo, pero aposté por el deporte. Sales, entrenas, te vas al gimnasio, conoces a gente… Y eso al final te ayuda mucho, también el hablar con tus padres, incluso también los profesores. Hay que motivar a los chavales a que luchen por sus sueños.

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-La cuestión es que no quiere que su historia personal se centre exclusivamente en aquella etapa...

-Exactamente, ni en eso ni en que soy hijo de padres migrantes. Creo que no es relevante decir si mis padres son marroquíes, chinos o de Congo. Creo que simplemente basta con decir 'mira, un chico educado, que sus padres le han educado bien, que se ha sacado una carrera'… Hay más cosas. Sé que es un mensaje de motivación, pero no siempre hay que darle relevancia a eso.

¿Con qué sueña en el futuro?

-Te podría decir con ser campeón olímpico en Los Ángeles, pero claro, si no se da al final el ir allí o incluso que el boxeo se quede fuera… Me quedo con que quiero ser feliz. Si eres feliz, ya tienes éxito.

«De pequeño quería ser notario y, siendo más mayor, bombero»

– ¿Qué quería ser de pequeño?

-Notario (ríe), y ya siendo más mayor quería ser bombero.

-Un plan para hacer un día en Marbella:

-Ir a la playa, por ejemplo a la de Venus, dar un paseo por el casco antiguo, y cenar en el Paseo Marítimo.

-Su rincón favorito de Marbella:

-El casco antiguo, en general.

-Su comida favorita:

-El cuscús de mi madre, sin duda.

-Mejor recuerdo de la infancia:

-Cuando me apunté al Gimnasio Sho-Dan.

-El día más feliz de su vida:

-En el que fui subcampeón olímpico.

-Un hobby:

-Ver series y leer.

-¿Qué serie y qué libro recomendaría?

-Juego de Tronos y La Casa del Dragón y de libros, la trilogía de 'La Novia Gitana'.

-Una curiosidad sobre usted:

-Soy bueno pateando a pesar de ser boxeador.

-Un segundo deporte:

-El atletismo.

-Marca de coches favorita:

-Mercedes.

-País al que le gustaría viajar:

-Arabia Saudí.

-Algo que se le de muy bien:

-Cocinar me gusta mucho.

-¿Y muy mal?

-El tenis de mesa.

-Lo primero que hace al levantarse:

-Rezar.

-Y antes de dormir:

-Cargar el teléfono.

-¿Hace el Ramadán?

-Sí, claro.

-¿Cómo lo compagina con el deporte o la competición en ese momento?

-Es duro, pero hay que aguantar. Eso sí, competí una vez, pero no lo vuelvo a hacer más. Se queda uno deshidratado y puede llegar a ser peligroso, así que intento cuadrar para que no coincidan ambas cosas.

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