Ana Moncada: «Hubo dos ocasiones en el ciclo olímpico en las que casi renuncio»

–Este ciclo cara a París ha sido especialmente duro para usted, ¿por qué?

-Sí, tuve un bache mental bastante importante durante el ciclo olímpico: hubo dos veces en las que estuve a punto de renunciar a los Juegos, por temas de presión y también tras el Mundial de La Haya, en el que no logré clasificarme y sentía mucha competitividad en el entorno.

-¿A qué cree que se debieron esos baches?

-Principalmente, a que los deportistas, hablo en mi nombre, dejamos tantas cosas de lado por esta carrera, que nos enfrentamos mucho a la soledad. Lo más duro, en mi caso, es además estás todo el año con un equipo que se supone que te tiene que ayudar a entrenar, pero que también es tu competencia.

-Imagino que también influye el que no sienta su carrera respaldada económicamente por la falta de ayudas, ¿no?

-Tenemos ayuda de las becas y algunos patrocinadores, pero en un deporte como este, puedes estar en el 'top' mundial pero es tremendamente complicado vivir de ello. Eso también es mucha presión esa.

-¿Cómo trabaja el plano psicológico? ¿Acude a un profesional?

-Yo trabajo muchísimo con la psicóloga desde el principio de esta campaña olímpica. Lo pasé muy mal al principio cuando me volqué de lleno en ser profesional de este deporte, y llevaba muy mal la soledad. Siempre estás tu sola.

-¿Cómo le ha ayudado el psicólogo? ¿Ha notado el crecimiento personal?

-Sí, me ha ayudado a sentirme más independiente, más madura, a gestionar mis emociones, controlar los nervios y el miedo… El miedo a fallar yo lo tenía muy presente y eso me limitaba mucho.

-Ahora que trabaja como monitora de niños (en Mallorca). ¿Les inculca a ellos la importancia de trabajar estos aspectos?

-Es más, yo estoy aprendiendo muchísimo de ellos, cada niño es un mundo. Yo intento ayudarles a gestionar las emociones y animo a que todos los deportistas, por pequeños que sean, acudan al psicólogo como si fuera una parte del entrenamiento, porque muchos sufren más que disfrutan y a temprana edad no debería ser así.

-Va 'in crescendo' el número de deportistas que da a conocer la importancia de la salud mental o sus baches psicológicos, ¿Cree que se está empezando a normalizar un tema que hasta hace poco era tabú en el deporte?

-Sí, pero creo que aún así sigue siendo tabú. Yo misma, hasta hace nada, no demostraba a mi equipo cómo me afectaban las cosas, y eso es una coraza para no mostrarte débil.

-¿Se le dará la misma importancia al plano psicológico que al físico de aquí a unos años?

-Espero que sí, porque es fundamental, se nota mucho, porque al final ves que ganan las competiciones quienes tienen la mente más fría.

-Con la llegada de la nueva temporada 2025, comenzará una nueva etapa, con un equipo de trabajo muy renovado: nuevas compañeras y seleccionador, y además viviendo en Mallorca. ¿Cómo se plantea su nueva campaña?

-Muy ilusionante. Voy a seguir trabajando para ser la mejor, pero siento tranquilidad porque sé que trabajo mucho y creo que las nuevas compañeras me van a influir positivamente. Podré aportarles mi experiencia y constancia y ellas también me aportarán mucho. En enero ya empezaré a entrenar y en febrero me uniré al equipo, mientras compagino todo con los estudios.