Álex Ruiz y Momo González sueñan con su primer título juntos

¿Lo positivo? Que gracias al mayor volumen de torneos, la creciente visibilidad y el incremento en la cuantía de los premios, al fin pueden permitirse vivir de su deporte, algo inviable hace sólo unos años. Los malagueños, por ejemplo, son conscientes de la repercusión que están adquiriendo y de la mejora de sus condiciones, pero aún así, explican lo sacrificado que es este estilo de vida. «Vamos a vivir bien este año, pero el estado físico y mental es muy importante. Ya estamos sufriendo muchísimo por este ritmo que llevamos, porque estar semana tras semana en el más alto nivel, ganando partidos... pasa factura», se sincera el alhaurino Álex Ruiz, actualmente nº8 del World Padel Tour. Y continúa valorando: «Llegamos a un punto de saturación en el que el cerebro ya no piensa, se pone el piloto automático y tira para adelante. Es muy duro. La gente piensa que estamos ganando más y jugando más, y es cierto, pero también necesitamos nuestro momento de relajación». El zurdo de 28 años atraviesa uno de los mejores momentos de su vida. Se sobrepuso rápido al inesperado cambio de pareja de su compañero, Franco Stupazcuk, y se alió con un amigo con un crecimiento exponencial intachable, Momo González.

Junto a él ya sabe lo que es pelear en una final (la del Master de Marbella) y brillar, sobre todo en casa. El duelo de semifinales del Open de Málaga en el Martín Carpena, ante Sanyo y Tapia, quedará grabado a fuego en la mente de ambos. «Se me puso la piel de gallina cuando escuché el 'sí se puede' (en el momento de la remontada en el segundo set). Recordé cuando veía los partidos del Unicaja desde la grada y entendí cómo el equipo conseguía aquellas grandes remontadas con el público en la grada apoyando», rememora el alhaurino, aún emocionado.

Crecimiento constante

No se lamenta por no haber conseguido el título juntos, porque asegura que siguen creciendo y mejorando cada día, reforzando su relación tanto de amistad como profesional. Ruiz es de los que piensa que el trabajo acabará dando sus frutos. «El título es un objetivo, por supuesto, en nuestra cabeza pensamos en el título, aunque la exigencia es cada vez más alta. Pero estamos trabajando para ello y, si seguimos esta línea de trabajo, esperemos que caiga uno de aquí al final de año», desea.

El mismo anhelo que el antequerano González, que gracias a los últimos grandes resultados de la pareja ha escalado hasta su mejor posición histórica, el nº 14 del 'ranking' del World Padel Tour. A estas alturas, es inevitable que sueñe con el que sería su primer título del circuito profesional, una sensación que el alhaurino vivió por primera vez el año pasado. «Ya hemos conseguido una final, ojalá podamos repetir otra este año y buscar un título. Álex ya tiene dos, pero yo quiero conseguir mi primero», clama. Y destaca: «Estamos jugando muy bien y plantándole cara a todos, llegará un momento en el que el título caiga de nuestro lado».

Han hecho frente y ganado a parejas de 'ranking' superior en un año muy intenso y, como una de las claves del buen funcionamiento de este equipo, señala: «Estamos teniendo bastante regularidad, hemos fallado en tres torneos, pero no nos podemos quejar, más aún sabiendo lo complicado que está el circuito y que ya caen hasta Lebrón y Galán. Nosotros nos compenetramos cada vez más y seguimos creciendo. Álex y yo nos llevamos increíble, y eso es una ventaja». Esta pareja malagueña comienza a pisar fuerte y a encandilar al público local, como lo hizo en el Martín Carpena, con 6.000 personas coreando sus nombres. Un sueño hecho realidad para el joven de 24 años. «En el momento estaba metido en el partido, pero cuando lo vi repetido se me pusieron los pelos de punta. ¡Qué locura vivir eso! Mi sueño desde pequeño era jugar ahí, en el Carpena».

Al igual que su compañero y otros muchos jugadores, lo que quizá le esté costando más este curso es la falta de descanso. «No me importaría ganar un poquito menos y descansar un poco más, porque al final no tenemos prácticamente vacaciones de verano». Pero si algo caracteriza a González es su optimismo y su energía: «Pero bueno, el pádel está creciendo, y eso es bueno para todos, no nos podemos quejar». La pareja malagueña cayó ayer en los cuartos de final del Madrid Premier Padel en un duelo a tres sets ante Stupazcuk-Lima (6-1, 3-6 y 6-1), por lo que su mente ya está en la próxima cita de Argentina.