Adrián Miramón, el Rey Midas del remo suma y sigue

Las cifras hablan por sí solas, además de sus numerosos títulos nacionales en diversas categorías de edad y de remo, el malagueño de 33 años acumula ya siete títulos mundiales y cinco europeos de remo de mar, pero nunca antes, hasta este domingo, había logrado el oro continental en la modalidad de beach sprint (sí tenías tres oros mundiales en esta). Una atractiva y competitiva disciplina que pasará a ser olímpica en Los Ángeles 2028, y en la que los deportistas se baten uno contra uno partiendo desde la arena de la playa, realizan un 'sprint' para llegar a la barca (en la orilla), acometen un recorrido de remo a ida y vuelta, virando una boya, y una vez en tierra, vuelven a 'sprintar' hacia la meta.

El laureado malagueño sí que partía como favorito, aunque no todo fue un camino de rosas en los meses previos a la competición de Polonia. En este tiempo estuvo lesionado en el poplíteo (un músculo posterior a la rodilla) y además, sufrió una caída entrenando que hizo que le tuvieran que dar algunos puntos en la pierna, hace dos semanas. Aun así, su espectacular físico ya se hizo notar en el primer día del Europeo, clasificándose directamente a las rondas eliminatorias. El domingo ganó a todos y cada uno de sus rivales, imponiéndose en la final, sobradamente, al remero luso. ¿En algún momento dudó de que conseguiría el oro? «No, la verdad es que no. La gente me lo ha comentado también, que se me veía muy tranquilo y relajado. Yo me veía en forma como para conseguirlo», asegura el malagueño.

Su confianza y su determinación fueron claves en esta cita, pero también su astucia para sobrellevar el oleaje, algo que le costó más a los rivales, que aún no son capaces de seguir su ritmo. «Hay buen rollo entre nosotros, la gente me tiene más como un referente, me piden consejos, secretos… Pero es verdad que el público a veces anima más a los otros que a mi, porque parto como el favorito», reconoce. A la par que asegura que, pese a haberlo ganado todo, aún puede ofrecer más: «La gente me dice: 'Es que ya es imposible que mejores más', pero en realidad, este año estoy mucho mejor que el pasado, así que siempre creo que tengo un margen de mejora». Su 2024 sólo acaba de empezar, y es que este verano seguirá entrenando y compitiendo en los campeonatos de España, aunque su gran reto es otro. «Este año el mayor objetivo es volver a ser campeón mundial», afirma.

Eso sí, no será una campaña cualquiera para él. Una vez concluidos los Juegos de París, comenzará el gran reto de su vida: su carrera olímpica. «Ya hemos empezado este año con la preparación del ciclo olímpico, pero aún no he accedido a las becas ADO porque ahora mismo el ciclo olímpico está centrado en París». Eso sí, siente respeto por esta nueva etapa que comienza: «Todo el mundo me habla ya de los Juegos, pero yo prefiero ir paso a paso; primero tengo este Mundial y luego ya veremos, porque no me da miedo el entrenar o en nivel que pueda dar, si no las lesiones, que son algo que no podemos prever».

Es consciente de que aunque él es el mayor referente actual en beach sprint, los países ya están comenzando a trabajar en forjar a nuevos talentos en esta disciplina, cara a los Juegos. Sin embargo, esto no asusta a Miramón: «Y hay países como Portugal o Croacia, que ya han dado un paso grande con respecto al año pasado, pero de aquí a Los Ángeles no creo que vaya a crecer el nivel tanto como para batir mi mejor tiempo de la noche a la mañana... Eso sí, pero en lugar de ser 15 personas buenas, vamos a pasar a ser 35 buenos, y eso es bueno para el deporte», reconoce.