Acento malagueño en la élite del vóley

Ellos son el marbellí Ángel Trinidad y el benalmadense Miguel Ángel de Amo, de 31 y 39 años, que desde hace algo más de un mes, comparten equipo en Canarias, con el Guaguas. Son compañeros de habitación, amigos, excompañeros de selección y también rivales en la pista, dado que comparten la posición de colocador, aunque toda rivalidad se queda siempre en la cancha. De Amo, madrileño de nacimiento pero criado y forjado en Málaga, es uno de los nombres propios de la historia del voleibol español; además de ser pieza indiscutible de la selección durante años, ha pasado por numerosos equipos de nuestra geografía, desde el Pizarra, hasta el Soria, el Cajasol, el Barça o el Unicaja Almería. Y sí, ya sabe lo que es ganar, en repetidas ocasiones, todos los títulos nacionales.

Es más, sólo en los dos años que lleva en el Guaguas (esta es su tercera campaña), ya ha sumado 2 Ligas, una Copa y dos Supercopas. A lo que hay que sumar los títulos de Copa y Liga en sus periplos en República Checa y Eslovaquia. Como todo jugador nacional que se precie y quiera vivir de su deporte, apostó por el mercado europeo en varias ocasiones, donde creció personal y deportivamente, aunque de nuevo regresó a España, convencido por el proyecto canario. «Me gustó la propuesta del Guaguas y me animó para volver. No descarto volver en un futuro a Europa, no sé si como entrenador o lo que sea, quién sabe, pero tenía ganas de volver», valora. Y es que a pesar de sus 39 años, aún no atisba la retirada: «La edad dice una cosa, pero mi cuerpo me dice que siga, no me duele nada y me encuentro a buen nivel. Estoy disfrutando y creo que se nota en la pista». Lo que sí tiene claro es que en un futuro, sí se imagina en los banquillos.

Aunque por ahora, tiene muchos retos pendientes con su actual club: «Se retomó un proyecto de los 90 que fue muy exitoso y ahora se ha conseguido un presupuesto para intentar ganar todo en España y hacerse un hueco poco a poco en Europa», comenta. Y es que por segundo año consecutivo, el equipo ha jugado Champions (la máxima competición continental), en la que nuestro país, por nivel, apenas tiene cabida. Sin embargo, cayeron en la segunda ronda ante el Olympiacos, tras ganar la primera al Benfica. Por lo tanto, la meta ahora se centra en aspirar a todo en España: «Aquí salimos a jugar cada partido con responsabilidad, para eso estamos aquí, queremos ir a por todo otra vez».

Y de momento sopla a favor el viento; es más, con apenas un mes de pretemporada, ya lograron su primer título de la presente campaña: la Supercopa, ganando en la final al Unicaja Almería. El primer título en tierras españolas para Ángel Trinidad, por curioso que parezca. Y es que, aun con una experiencia como la suya, entre su listado de ligas internacionales aún no figuraba la nuestra. «Está siendo una experiencia nueva para mi, es raro poder ir al supermercado y hablar mi idioma», cuenta en tono jocoso. «Sí que se nota el cambio de nivel, por ejemplo, con respecto a Italia y Polonia, pero el cambio merece la pena. Después de 11 años fuera y ya habiéndome casado, era un buen momento para volver a España y probar mi primera experiencia en la Superliga de aquí», valora el marbellí.

El colocador partió de nuestro país muy joven, en 2013 y desde entonces ha recorrido todo el continente, ganando títulos allá por donde pasaba: Italia, Alemania, Bélgica, Francia, Polonia… Y además compitiendo en Champions casi todo este tiempo, mientras compaginaba su carrera profesional con las múltiples llamadas de la selección española, desde las categorías inferiores hasta la absoluta. Sin embargo, como él mismo explicaba, ahora las metas han cambiado, y aunque desea seguir compitiendo a un buen nivel, echaba de menos el sol de nuestro país. «Me gustó el proyecto del Guaguas y estoy muy contento con el grupo que tenemos. Aquí el objetivo es ganar todos los trofeos nacionales, de momento, ya tenemos la Supercopa, que fue muy bien», reconoce.

Además, otro de los aspectos que le motiva especialmente es la gran afición del archipiélago por el voleibol y en concreto por este club. En sus partidos, acostumbran a recibir a miles de personas como público. «Nos hemos mudado al Gran Canaria Arena, la cancha del Gran Canaria de baloncesto, y es un gran salto para el voleibol canario, estamos tratando de crecer más en este aspecto y captar a más niños y seguidores, aquí se sigue mucho». Con la Liga recién comenzada, miran con ambición e ilusión esta campaña.