Una cantera repleta de grandes talentos

El bádminton en la provincia está estrechamente ligado al municipio de Benalmádena, donde se encuentra una de las entidades con más solera del panorama nacional. El Bádminton Benalmádena, que comenzó como escuela en el año 1984, cuenta en su equipo de División de Honor con algunas de las mejores raquetas del país.

Pero si por algo destaca el club costasoleño, aparte de por haber tenido entre sus filas a los olímpicos José Antonio Crespo (Atenas 2004) y Esther Sanz (Barcelona 1992), es por su fructífera cantera. En el club militan numerosos campeones de Andalucía y de España, que una vez que han alcanzado cierto nivel recalan en el equipo filial, tal y como explica su técnico, Moisés Herrero:«Hace cuatro años decidimos que este conjunto, que milita en Liga Andaluza, debía pertenecer a nuestros jugadores de base. Anteriormente, en él competían tanto deportistas veteranos como otros más jóvenes, pero quisimos darle un giro al equipo con el objetivo de que sirviese para preparar a los jugadores que posteriormente saltarían a División de Honor».

Edad de los jugadores

La plantilla del filial, formada por deportistas con edades comprendidas entre los 16 y los 23 años, se ha proclamado campeona de la Liga Andaluza, y el fin de semana del 25 y 26 de marzo disputará la fase de ascenso a Primera Nacional. Esta es la primera vez que el segundo equipo del Bádminton Benalmádena se corona como vencedor de la máxima competición regional, donde se aglutinan algunas de las mejores canteras del país, como la del Arjonilla, y otros equipos integrados por veteranos con muchos partidos a sus espaldas. «Lo más difícil de esta categoría es que te enfrentas con rivales muy experimentados que saben cómo jugar en casa y cómo deben afrontar los encuentros. Nosotros, sin embargo, tenemos una plantilla repleta de jóvenes promesas», apunta Herrero.

A pesar de la diferencia de edad, el talento de estos jugadores ha terminado por imponerse dentro de la pista, aunque de los once que forman parte del equipo hay que destacar a tres:Laura Chillón, Ainoa Cuervas y Francisco Coronado. «Estos tres chavales han sido los que han tirado del carro en los momentos complicados proporcionándonos puntos importantes. En lo que respecta a los chicos, el futuro está sin duda en Francisco Coronado;mientras entre las féminas destacan Laura y Ainoa, que, a pesar de su corta edad, están compitiendo muy bien a nivel nacional», asegura su entrenador.

La cantera benalmadense es un pozo repleto de grandes talentos. Todo ello es gracias al trabajo que realiza tanto la directiva, al frente de la cual se encuentra Daniel Alcover, como los entrenadores, cuya máxima figura es el técnico del primer equipo, Eduardo Herrero. «Somos uno de los clubes con más jugadores, y ya se sabe que donde hay cantidad es más fácil encontrar talento. Por otra parte, también hay que destacar la figura de Eduardo Herrero, un hombre muy querido tanto fuera como dentro de la pista. Él realiza una gran gestión en el club, ya que se preocupa de los aspectos deportivos y de los humanos», comenta con admiración el técnico del filial.

Hándicap

El mayor hándicap al que se enfrenta el Bádminton Benalmádena es precisamente la edad de sus jugadores, ya que llega un momento en el que el deporte deja de ser una prioridad para ellos, se lamenta Herrero: «Algunos llegarán al equipo de División de Honor, pero otros se quedarán en el camino por diversos motivos. Son jóvenes, pero la mayoría lleva compitiendo desde los ocho años, es decir, más de la mitad de su vida dedicada al bádminton, y llega un momento en el que los estudios empiezan a ser más exigentes. Además, no podemos obviar que aparecen otros estímulos externos, como puede ser una pareja u otra actividad más llamativa, que los llevan a abandonar».

No obstante, el técnico tiene muchas esperanzas en este grupo, donde militan jugadoras como Laura Chillón, que ya ha competido con el equipo de División de Honor. «El objetivo es que los deportistas poco a poco, sin prisas, se vayan incorporando al primer equipo, ya que el salto entre ambas categorías es grande», sentencia Herrero.