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Pedro Luis Alonso
Viernes, 18 de marzo 2016, 00:55
La habitación 1651 del Hilton Executive Tower de Portland nunca tuvo huéspedes de tanto peso. En el sentido literal. Dos tiarrones que suman 267 kilos y capaces de lanzar una bola de algo más de siete a más de veinte metros de distancia. Los que comparten habitación, Borja Vivas (Club Atletismo Málaga) y Carlos Tobalina (Fútbol Club Barcelona), son, además, los atletas españoles de moda, después de que el pasado 5 de marzo el cántabro desbancara al malagueño del cetro nacional por primera vez desde 2010. Su tiro de 20,50 metros le dio mínima olímpica y para los Mundiales de pista cubierta, los que afrontan la próxima madrugada (desde las 2.50 horas, en directo en Eurosport 1) en el noroeste de Estados Unidos.
¿Habían coincidido ya otras veces en una misma habitación?
Borja Vivas: No. Ya habíamos convivido en muchas concentraciones. No sabría decir si en Europeos, Juegos Mediterráneos o qué otra cita. En unos Mundiales sí que no.
Carlos Tobalina: Además, yo ya estuve en Málaga con él.
B. V.: Sí, fue después del Campeonato de España de 2011. Aproveché la ocasión para enseñarle las bondades de nuestra ciudad... La Feria, que coincidía...Se llevó una buena impresión.
Con dos inquilinos tan grandes, ¿hay muchos ronquidos en la habitación?
B. V.: Hay algún que otro tapón en los oídos (risas)... Bueno, la verdad es que no se nota mucho. Como me duermo el primero, tampoco oigo.
Los dos presumen de barba, ¿o uno más que el otro?
B. V.: Yo la llevo cortita...
C. T.: A mí me toca peinármela y cuidármela cada día (risas). Aquí paso un poco inadvertido, porque parece que en la ciudad de Portland se lleva bastante.
Están durmiendo con su enemigo, como se suele decir, por más que sean compañeros de selección...
B. V.: Uno quiere lo mejor para sí mismo, pero en este tipo de competiciones también estás preocupándote siempre mucho de tu compañero. Es algo positivo. Te ayuda mucho, podemos compartir impresiones de la misma prueba. Al no ser una final directa, pueden pasar hasta treinta minutos entre lanzamiento y lanzamiento, con lo que se agradece tener un compañero allí.
Hablaron antes de la presencia de Carlos en Málaga en 2011. Ese verano tengo entendido que fue clave en su trayectoria, ¿verdad?
C. T.: Sí, me estaba replanteando seguir en el atletismo, pero justo ahí logré mi primera medalla en un Nacional. Hablé con mi padre y decidimos ir a León a entrenarme (al Centro de Alto Rendimiento). Ahí he crecido de la mano de Carlos Burón y estoy lanzando lo que estoy lanzando.
B. V.: Yo también tuve la oportunidad de ir, pero decidí que no. Son trenes que pasan. En Málaga tengo un clima diferente, más favorable, y el estar cerca de tu gente hizo que me lo pensara, incluido seguir con mi entrenador (Tomás Fernández). ¿Que me gustaría tener unas instalaciones como las de León? Pues no te digo que no. El C. A. R. de allí está hecho para eso. No sabría decir si me hubiera ido mejor yéndome.
¿Cómo han vivido haber sido el foco del atletismo nacional en las últimas semanas?
B. V.: Bueno, llevamos algo más de un año así, porque también está Yosier Toledo (de origen cubano). Lo veo como algo positivo. Tenemos uno de los mayores niveles nacionales de Europa en esta prueba. También me da un poco de rabia estar en el centro de la noticia por algo que no es lo que me hubiera gustado (dejar de ser campeón nacional). Ojalá que esto siga creciendo, porque eso es lo que nos motiva a nosotros.
C. T.: Coincido con él. Tenemos tres representantes lanzando más de veinte metros y eso hace que nos motivemos.
¿Qué expectativas tienen para estos campeonatos? ¿Cómo logra Carlos Tobalina casi calcar resultados en una prueba y con una técnica (la rotatoria) en la que es tan difícil?
C. T.: Explicarlo no sabría. A mí cada vez que lo pienso me pone de mala hostia... 20,50 era la mínima, y hago 20,42, luego 20,43, después 20,43... No es normal esa regularidad en el lanzamiento giratorio, pero también es síntoma de que se está trabajando bien. Ahora en el Mundial lo ideal sería estar en torno a mi marca, 20,50. A ver si puedo.
B. V.: Es verdad que en un Mundial cuesta más mantenerse en la marca. Además, cambia el formato. No será final directa, como otras veces. Comenzamos diecinueve y tendremos tres lanzamientos. Los ocho mejores tendrán tres intentos más y, finalmente, de esos, los tres mejores tendrán un tiro final.
Casi como la Q3, la Q2 y la Q1 de la Fórmula 1...
B. V.: Sí... Los americanos siempre están innovando con el tema del espectáculo y a ver cómo sale. Aunque hay estrellas que se reservan y no han querido venir a la pista cubierta, el nivel es muy alto. Hay siete lanzadores por encima de 21 metros, y otros tantos que pasan de 20,50. El objetivo es pasar una primera criba, aunque sé que hay atletas que luego rinden por encima de su marca. Pasar de 20,40 estaría bien.
¿Cómo llevan el jet lag, con ocho horas de diferencia?
C. T.: El viaje fue un poco duro. 18 o 19 horas sentados. Tuvimos que coger dos vuelos. Se hizo pesado. Los dos primeros días estuvimos levantándonos a las cuatro de la mañana. Pero intentamos dormir las siete u ocho horas. Fuimos dos días a entrenarnos al estadio, en la pista auxiliar, y es espectacular. Nunca había visto una pista verde. Es muy bonita.
B. V.: Es verdad que el primer día el cuerpo no respondía muy bien, pese al gimnasio y el calentamiento previo... Vamos atrasando una hora cada día el reloj. El primer día me levantaba a las 3, el siguiente a las 4, hoy a las 5... Estamos en el centro de Portland, que es una ciudad muy típica americana, con coches grandes, edificios altos y multinacionales por todos sitios. Hace buen tiempo.
¿Qué objetivos tienen en lo que queda de temporada?
C. T.: Estar entre los doce primeros en estos Mundiales.Además, hacer final en los Juegos sería algo increíble. También están los Europeos de msterdam, y tengo una espina clavada, porque fui noveno el año pasado. Sobre todo, quiero estar en mis marcas.
B. V.: Yo me centro, sobre todo, en el verano. Tuve la suerte de estar en los Juegos de Londres y me vine con mala sensación. No sé en qué puesto quedaré en Río, pero por lo menos quiero ver que he competido al cien por cien. Pero queda mucho y aún he de volver a una pequeña pretemporada. También quiero estar arriba en los Europeos, aunque repetir el subcampeonato será casi imposible.
¿Qué análisis técnico haría cada uno del otro?
B. V.: En mi caso la técnica lineal es casi obligada por mi envergadura. Girando, el círculo de lanzamiento se me haría pequeño. Incluso, cambiar a mitad de carrera de técnica sería muy difícil, como hizo Manolo Martínez.En mi caso se trata de aprovechar la altura y lanzar lo más arriba posible. Carlos, más bajo, aprovecha la velocidad que tiene para rotar. Le viene muy bien. Es verdad que el giratorio no te permite ser muy regular, pero él parece que ha roto ese mito en las últimas citas.
C. T.: La verdad es que Borja mide 2,04 metros, y a mí lo que más me gusta es a qué altura saca ya la bola. Para mí es prácticamente imposible.Es verdad que él se comería el circulo de lanzamiento si girara.Además, yo tampoco tengo piernas como para hacer un lineal.
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