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Juan Calderón
Miércoles, 26 de agosto 2015, 12:16
Hace un año Jeremy Flores estaba sentado en el salón de su casa viendo el Billabong Pro por televisión. El surfista francés estaba sancionado por la World Surf League por un incidente con los jueces en Jeffreys Bay. Su carrera pendía de un hilo porque esas cosas no gustan a los esponsors y, además no era su único problema de este tipo. Flores se marchó a Teahupoo a limpiar sus ideas y logró mantenerse en la élite mundial por la vía de Qualifying series. Este año todo ha cambiado. Ha logrado buenos resultados y se le veía muy centrado.
Anoche logró uno de los grandes éxitos de su carrera. Se impuso en el Billabong Pro Tahiti con toda justicia, porque no solo mostró un surf sensacional, sino que además superó a los mejores en el torneo. Se impuso en cuartos de final a Kelly Slater, doblegó a C.J Hobgood en semifinales y también pudo con Gabriel Medina en la gran final.
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Su primera ola resultó determinante, pues logró un 9,87 y eso puso claramente nervioso a Medina que se logró un par de olas buenas, pero no lo suficiente como para igualar otro 7 de Flores. Esa primera ola fue clave. Sabía que Gabriel es muy agresivo durante las mangas, cogiendo muchas olas, así que mi plan fue ser más agresivo que él. Ese 9,87 me puso nervioso porque veía la victoria cerca, pero tenía que tener paciencia. En un momento pensé que si no ganaba, no pasaba nada, porque era el tipo más afortunado del mundo al poder estar surfeando esa ola solo con otro tío, explicó Flores.
Y ahora la clasificación mundial se ha compactado de forma increíble, con los tres primeros surfers en poco más de setecientos puntos, pero con la novedad de que otros como Slater, Medina y el propio Flores, también se han metido en la lucha por el Mundial teniendo en cuenta que queda la mitad de la temporada por delante.
Al margen de lo que queda por delante, también hay que hacer una mención especial para el buen papel que ha protagonizado Aritz Aranburu en este Billabong Pro. El surfista español demostró una vez más su enorme capacidad para surfear olas potentes y peligrosas. Su eliminación en la quinta ronda fue ajustada y los jueces estuvieron muy condescendientes con C.J. Hobgood, sin quitar méritos al gran campeonato del estadounidense. Sin duda, Aranburu ha recibido una inyección de moral para el futuro.
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