Pedro Luis Alonso
Sábado, 22 de agosto 2015, 09:20
El malagueño Borja Vivas entrará en liza la próxima madrugada en la final de lanzamiento de peso de los Mundiales de Pekín. La clasificación será a deshora, a las 4.05 (Teledeporte), y solo en el caso de que estuviera entre los doce mejores (compiten 32 atletas) disputaría la final, con comienzo a las 13.30. Tratando de adaptarse al cambio horario (hay seis de diferencia respecto a España) y a la obligación de competir por la mañana, lo que no suele gustar al representante del ClubAtletismoMálaga, su gran objetivo es estar en la final, y no va a ser un reto nada sencillo.
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Vivas acude con la quinta peor marca de la temporada entre los 32 participantes. Después de la mejor campaña de su trayectoria, el actual no ha sido un buen año para Vivas, para colmo lastrado en la fase clave del curso por una lesión en el psoas (músculo que conecta la cadera con la espalda).Esto viene mermando mucho desde hace meses su rendimiento. Con la necesidad casi segura de ser infiltrado, será harto difícil ver la mejor versión del único español en la disciplina.
«Me he entrenado hoy, pero las molestias siguen dando guerra», admitió a este periódico un Borja Vivas cauto. «Calculo que entre 20,20 y 20,30 metros puede estar el pase a la final», añadió. Lo cierto es que el corte oficial estará en 20,65, pero si al menos doce lanzadores no llegan a este techo habrá que ir bajando el listón. En los cálculos de Vivas hay al menos media docena de atletas que pueden lograr esta nota de corte con cierta facilidad, entre los que hay que destacar al campeón europeo, el alemán David Storl, y a los norteamericanos Hoffa y Kovacs, la gran sensación de la temporada.
Por plusmarcas personales, Vivas, en el podio de Zúrich en los últimos Campeonatos de Europa, ostenta la duodécima mejor de los participantes, con 21,07 metros. El problema es que en lo que va de 2015 no ha pasado de 20,28. Además, a diferencia de lo que le sucedió en 2014, apenas lanza con regularidad por encima de los veinte metros.
El consuelo que le queda al malagueño es verse acompañado de su entrenador, Tomás Fernández, y salir con poco que perder y mucho que ganar. Será su cuarta presencia consecutiva en unos Mundiales al aire libre, con resultados hasta ahora discretos en cuanto a marca y clasificación: trigésimo segundo en Berlín en 2009 (con 18,38), vigésimo quinto en Daegu en 2011 (18,37) y vigésimo tercero en Moscú en 2013 (18.97). Por tanto, nunca llegó a la final.
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Vivas no conoce aún su grupo de clasificación (habrá dos) ni el orden de los lanzamientos, aspecto vital en la estrategia. El pase a la final se dirime solo en tres tiros, lo que concede aún menos margen de error, y los últimos lanzadores de cada ronda parten con más datos cara a tener que arriesgar más o menos.
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