España gana a Eslovenia y completa el pleno

España demostró en el Duhail Sport de Doha sus galones de campeona del mundo. Dominó por completo a una explosiva Eslovenia, ofreció un juego de ataque fluido, preciso, de escuadra y cartabón, con inteligencia para provocar las superioridades, los huecos por donde facilitar la acción del compañero, llevando el balón a los extremos y finalizando con eficacia, especialmente en la segunda mitad. Además, defendió con orden, con presión, con contundencia y todo ello ante un equipo como el esloveno, donde toda su primera línea son unos jugadores exquisitos en el trato al balón, fintadores y buenos lanzadores.

Y para rematar, Gonzalo Pérez de Vargas exprimió al máximo el trabajo de sus compañeros para facilitar su trabajo bajo los palos y con 21 paradas se erigió en uno de los protagonistas del partido. Pero es que encima, todo ello lo hizo España desde la magnificencia que da la corona de campeón, desde la seguridad infinita en las propias posibilidades, en la confianza plena en el compañero y con una plantilla de 16 jugadores titulares. Ayer mismo, Alex Dujsebaev e incluso el pivote Andreu, se reivindicaron ante Cadenas para sumar más minutos a sus estadísticas.

Con esta victoria, España pasa como primera del grupo A, a los octavos de final, por lo que se medirá el domingo al cuarto clasificado del grupo B, que ha sido Túnez. Los primeros cinco minutos fueron casi un compendio de toda la primera mitad. Eslovenia se deshacía en mil y un pases para poder encontrar un hueco en la excelente defensa española y cuando lo conseguía aparecía Gonzalo bajo los palos, mientras, en el lado contrario, la selección de Manolo Cadenas atacaba con fluidez, buscando las superioridades y llevando el balón hasta los extremos.

Desgraciadamente, unos desajustes en las finalizaciones y el empecinamiento de Jorge Maqueda, junto con las buenas intervenciones de Prost, impidieron que el marcador fuera más abultado desde las primeras acciones. Eslovenia tardó siete minutos en mover su casillero, mientras que España ya erraba en un par de ocasiones ante Prost. Los de Manolo Cadenas se mostraban mucho más solventes que su rival en todas las líneas y lo aprovecharon en cada una de las tres superioridades de que dispuso en la primera parte, pero Maqueda se empeñó en disolverlas con sus acciones aisladas. Precisamente el cambio del toledano por un sorprendente Alex Dujsebaev ofreció a España la oportunidad de aumentar su ventaja.

Estirón al descanso

El problema surgió a la hora de defender, ya que Cadenas optó por colocar a Víctor Tomás en el lateral y al joven Dujsebaev en el extremo y Eslovenia encontró un filón en ese costado. A pesar de ello el equipo español demostraba una superioridad evidente, como si fuera consciente de que podría marcar cuando le viniese en gana o frenar a los explosivos eslovenos en cualquier ataque. Y así fue hasta el descanso, ya que tras la aproximación rival, España dio un estirón y se marchó al vestuario con un elocuente 14-10.

Nada cambió en la segunda mitad. Eslovenia lo fio a la dirección de Zorman y a la aparición de Gajic, el máximo goleador del Mundial, pero España le tenía perfectamente tomada la medida a los continuos cambios de dirección y búsqueda de lanzamiento de la primera línea eslovena. Con un desaparecido Skube, Zorman muy vigilado y Kavticnik inédito, solo Dolenec, por el lado zurdo, junto con Gajic, pudieron perforar, no sin dificultad, la meta de Gonzalo. La autoridad que reflejaba España sobre la pista era brutal.

Era el equipo de Cadenas el que controlaba el ritmo del choque, el 'tempo' de cada acción, de cada ataque, quien decidía cuando había que atacar, cuando pasar el balón cuando marcar gol o cuando defender. La tarjeta roja sobre el especialista defensivo Gedeón en el minuto 42 apenas cambió nada. Primero Antonio y luego Andreu, cerraron espacios, con algo menos de impermeabilidad, pero suficiente para mantener a raya a los fogosos eslovenos.

Un gran Valero

La eficacia de Valero Rivera y el desparpajo del brazo de Dujsebaev, así como las aportaciones del resto de sus compañeros llevaron las ventajas hasta 5 goles (26-21, min. 50). España se relajó y Eslovenia aprovechó la exclusión de Maqueda para colocarse dos goles por debajo a falta de cinco minutos. En otras circunstancias hubieran llegado los nervios. Esta vez no. Todo lo contrario. España mostró el brillo de su corona y con autoridad, total seguridad en su juego y eficacia deslumbró en los últimos tres minutos para llevarse el partido por 30-26.

La selección española, que comenzó dubitativa el Mundial, ha corregido prácticamente todos sus defectos y en los dos últimos partidos ha mostrado su mejor versión, con un juego perfectamente equilibrado y eficaz, para luchar por revalidar el título de campeona del mundo.