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Encarni Hinojosa
Domingo, 9 de noviembre 2014, 07:41
El 11 de marzo es una fecha fatídica para Japón. En 2011, un terremoto y posterior tsunami azotó la costa este del archipiélago y provocó una crisis nuclear en Fukushima todavía candente. El mismo día de 1985 nació en la capital mongola, Ulán Bator, Mönkhbatyn Davaajargal. Rebautizado en Japón como Hakuho Sho, este luchador de sumo intentará a partir de hoy conquistar el olimpo del deporte nacional nipón siendo un extranjero.
Los seguidores de este tipo de lucha libre llevan tiempo pendientes de un récord que parecía imposible de igualar, lo mismo que pasa actualmente con el fútbol español. Messi está a tan solo un gol de alcanzar los 251 tantos en Liga de Telmo Zarra, mítico jugador del Athletic Club de Bilbao que consiguió esta proeza en 1955 y que todavía nadie ha emulado. La casualidad ha querido que Messi y Zarra tengan unos particulares 'alter ego' en el sumo. Hakuho está a solo un campeonato de igualar el récord de 32 torneos que estableció el luchador Taiho en 1971, año en el que se retiró de la competición. Este hecho no sería tan importante si no se diera la circunstancia de que Taiho, fallecido el año pasado, era japonés y Hakuho de Mongolia. El título de 'mejor luchador de sumo de la historia' puede pasar de manos niponas a extranjeras y el orgullo nacional, por lo tanto, quedarse seriamente dañado.
Hoy comienza en Fukuoka el Kyushu basho, el último torneo del año en el sumo profesional y la primera oportunidad que tiene Hakuho para pasar a la historia. Tendrá que ganar al menos 13 de los 15 combates (uno por día) a los que se enfrenta un luchador en cada uno de los seis campeonatos del año. Y parece estar a su alcance, ya que el mongol ha ganado todos los torneos de 2014 salvo el que se disputó en Osaka en el mes de marzo.
En la máxima división del sumo profesional, llamada Makuuchi, son 42 los luchadores que compiten. A su vez, estos se ordenan en cinco categorías: la inferior es 'maegashira', seguida de 'komusubi', 'sekiwake', 'ozeki' -campeón- y 'yokozuna' -gran campeón-. Este último título es el único que, una vez conseguido, permanece hasta la retirada del luchador y es el que tiene Hakuho. Estas distinciones las establece la Asociación de Sumo de Japón y se basan, sobre todo, en la regularidad positiva en los campeonatos.
Mongoles y hasta un brasileño
A pesar de ser un deporte muy arraigado a la tradición nipona, en los últimos años ha dejado de ser inusual ver sobre el 'dohyo' -ring- a 'rikishi' -luchadores- procedentes de otros países. Cómo no, Mongolia es el que tiene más representatividad en la máxima división con diez luchadores y aportan un 'rikishi' otros países asiáticos: China, Corea del Sur y Rusia; europeos: Bulgaria y Georgia; africanos: Egipto; y hasta sudamericanos: Brasil.
Los luchadores japoneses pasan actualmente por una crisis de resultados. A pesar de que todavía son mayoría en Makuuchi (25) y que ocupan los tres puestos de 'ozeki', los únicos tres 'yokozuna' son de Mongolia. Este país se ha apoderado de la hegemonía del sumo en los últimos años. Hay que remontarse hasta el Hatsu basho -Tokio, mes de enero- de 2012 para encontrarse con un campeón que no sea mongol. Y no, no era japonés, sino estonio: Baruto, ya retirado. El último campeonato que ganó un japonés (Tochiazuma) fue también el Hatsu basho pero de 2006, por lo que el deporte nacional nipón lleva casi un decenio sin tener un campeón patrio.
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