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El joven colegiado valenciano Caparrós Hernández, de 32 años, cumple su segunda temporada en la categoría y no tuvo dificultad alguna en el control de un encuentro de guante blanco. Se amoldó al juego de unos y otros procurando siempre no desentonar. Se aplicó en ... no cometer errores que descompusieran el juego. Este fue su segundo partido dirigido a los malaguistas, pues ya les pitó en la sexta jornada frente al Tenerife y en aquella ocasión no logró una buena nota. No apunta mal Caparrós. Su altura le ayuda mucho para tener presencia en las acciones en las que interviene.
Lo positivo: No fue un partido en que podamos destacar demasiados aspectos positivos en su trabajo. Sí que muestra condiciones adecuadas para desenvolverse en la categoría. Sostiene con frecuencia el diálogo con los jugadores siempre que la actitud de estos sea la adecuada, condición positiva por la serenidad que traslada a los contendientes. Se esfuerza en aplicar la ventaja, que consiguió en muchas ocasiones del encuentro. Anduvo enormemente riguroso con los movimientos de brazos en la disputa del esférico, viéndose obligado a amonestar a N'Diaye en una de ellas.
Lo negativo: Nada destacable por ser un partido con total ausencia de jugadas complicadas o difíciles de decisión. Quizás deberá mejorar su colocación en el juego y no perder la visión del esférico. En los desplazamientos debe mostrar más frescura, ya que da la sensación de que le costaba demasiado esfuerzo o sólo que está un poco fuera del peso recomendado. No me gustó esta condición, siendo en la actualidad el nivel físico de los árbitros españoles lo más destacado.
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