El Marbella cree en la salvación tras salir ileso del caos de Lorca

Con un dominio cocinado a fuego lento llegaron las primeras escaramuzas sin consecuencias por parte del cuadro malagueño. La más clara fue un remate de Gudiño, que puso la firma a un barullo en el área. Al cuarto de hora, Granero soltó una durísima volea que rechazó Molina para permitir el cuarto córner botado por los futbolistas visitantes. A la fiesta se sumó Callejón con otro lanzamiento que dio continuidad al monólogo. En el ecuador de la primera parte, Chumbi cazó un rechace después de una falta lateral para anotar un 0-1 que fue consecuencia natural de los méritos de unos y otros.

No bajó el nivel ofensivo el plantel dirigido por Abraham García, con Redru disfrutando de una autopista libre de peajes en la parcela izquierda. Juanjo Asensio reordenó su esquema de juego y adelantó a sus defensores para dificultar las maniobras de Granero, erigido en director de la orquesta sobre el tapete del Artés Carrasco. Sin embargo, en el último lance antes del paso por vestuarios Busquets pisó el acelerador hasta llegar al área, donde fue derribado. No titubeó Callejón a la hora de transformar una pena máxima que dejó el choque cuesta abajo para cualquier equipo... excepto para este Marbella.

La segunda parte nada tuvo que ver con los 45 minutos del primer acto. El choque entró en un correcalles en el que el Lorca descosió a la defensa marbellí entre contragolpes, parones, protestas y goles. El primero de ellos lo rubricó Silvente después de una cabalgada de Cellou por la banda derecha. Movió piezas Abraham García para refrescar a unos jugadores que dieron los primeros síntomas de cansancio. El 1-2 espoleó a los anfitriones y cortocircuitó a los huéspedes. Prueba de ello fue el tanto de las tablas, obrado por Carrasco para dar por buena una internada de Silvente en la que dribló a cuantos defensores se encontró en el camino.

Una vez más, los fantasmas se hicieron presentes en un equipo muy débil en el apartado anímico, incapaz de recuperar el brío y acierto con los que cuajó la exhibición de la primera mitad. Un equipo con dos caras que sufrió incluso contra diez jugadores después de la expulsión de Galiano por doble amonestación. Sin embargo, en el momento más delicado volvió a aparecer Redru para abrir de par en par la defensa rival desde la izquierda y servir a Tresaco el gol de la victoria. Desde ahí hasta el final, los chicos de Juanjo Asensio lo intentaron de todas las formas posibles ante un Marbella que encontró en Alfonso Herrero a su particular héroe. Sigue vivo.