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El Gran Premio de Brasil, que se disputa en el circuito de Interlagos en Sao Paulo, es una carrera en la que siempre pasan muchas ... cosas y en esta ocasión no ha defraudado. La semana comenzaba con los rumores que envolvían al equipo Aston Martin y al propio Fernando Alonso, al que muchas voces situaban en la temporada que viene en el equipo Red Bull, después de que se supiera que el propietario de la escudería Lawrence Stroll estaba en conversaciones con el principal patrocinador del equipo, Aramco, para su venta (la compañía saudí es la mayor productora de petróleos del mundo). Alonso salía al paso de los rumores para desmentir el primer punto, pero no dijo ni una sola palabra del segundo, y viendo cómo el gobierno de Arabia Saudí está intentando hacerse con el control de los deportes más representativos del globo no sería de extrañar, y menos en un mundo como la Fórmua 1.
Había en Brasil formato de carrera sprint el sábado, y en ella, como es la norma general Verstappen se hizo con la victoria, pero bien es cierto que el McLaren de Norris le quitó la 'pole position', pero luego falló en la salida y ahí acabaron sus posibilidades, dejando constancia de que el coche inglés cada vez está más cerca de los energéticos. Alonso acabo undécimo tras otro incidente con su antiguo compañero y 'amigo' Esteban Ocón, que se lo llevó por delante tras perder el control de su coche en la calificación, obligándole a salir desde el fondo de la parrilla, desde donde remonto. Los Ferrari, faltos de ritmo, terminaron quinto y octavo, evidenciando la baja de competitividad por la que atraviesan. La 'crono' para la carrera del domingo ya dejó varias cosas claras. Primero que Lando Norris es el único que puede seguir a Verstappen durante unas vueltas, quizás las que el holandés quiera para auto-divertirse, pero algo es algo. Norris hizo una gran salida, llegando a la espalda de Max, desde donde ya solo pudo seguirle unas vueltas antes que el holandés venciera una vez más y rompiera otro récord de victorias y de puntos, esta vez el de Alberto Ascari, en vigor desde 1952.
Segundo que los Mercedes están de nuevo sumidos en una crisis de competitividad, por la excesiva degradación que sus coches infringen a los neumáticos, los alemanes están pasando por un momento como pasó Ferrari a principios de año y sus pilotos se ven impotentes para plantar cara a la competencia, ni el mismísimo Hamilton es capaz de controlar la sangría que actualmente padecen. Ferrari que antes de la salida ya perdía a Leclerc por un fallo hidráulico solo lograron terminar sextos con Sainz, que era lo mejor que podían esperar. Muy pobre resultado para un equipo como los del Cavallino Rampante.
Pero lo mejor del fin de semana brasileño fue la carrera de Fernando Alonso, que conduciendo de forma magistral logró contener a Checo Pérez con todo un Red Bull, durante más de veinte vueltas de lucha rueda con rueda y de máxima limpieza, para hacerse con el tercer escalón del podio. Aston Martin ha logrado rehacerse tras dos grandes premios desesperantes, donde veían cómo una gran cantidad de piezas aerodinámicas nuevas no daban el resultado esperado, pero han sabido analizar la situación y hacer un 'mix' con las referidas piezas para lograr un coche que parece que vuelve a funcionar. Lo de Alonso no deja de ser una autentica heroicidad, pero el quinto puesto de Stroll invita a soñar nuevamente para las dos carreras que restan. Hasta las Vegas.
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