Lo justo y necesario, y un gran Kalinoski

Si en el primer cuarto fue Borg en el segundo Maric conseguía con sus continuaciones en el 'pick and roll' mantener a su equipo por encima del marcador, con 10 puntos anotados en este cuarto. El andorra dominaba el ritmo del partido a la vez que impedia al Unicaja desarrollar un juego rápido y conectar con sus hombres interiores, en especial con Kravish. A pesar de una mejora defensiva y la conexión de Thomas y un Kalinoski enchufadísimo todo el partido, se quedaba en la primera parte con tan solo 34 puntos.

En la segunda mitad el Unicaja incrementó su nivel de actividad y el listón defensivo, con muchos más contactos y faltas y, aunque sin mucha brillantez, consiguió sus primeras ventajas del partido tras un parcial de 1-7 y un afortunado triple a tablero de Melvin Ejim. Consiguiendo puntear los tiros del rival y controlando las continuaciones interiores que tanto daño le hicieron en el segundo cuarto.

Pero el Andorra no se rendía, igualando ese nivel intensidad y de contactos, y contando, tras pasar desapercibido en la primera parte, con la partición de Montero, que absorbió mucho protagonismo en el tiro y en el pase tras la lectura de sus ventajas, lo que evitaba que el Unicaja no pasara de mínimas diferencias hasta prácticamente el final del partido, a pasar de los 53 puntos anotados en la segunda parte.

Destacable sin duda el esfuerzo colectivo y sobre toda la magnífica aportación e implicación de Kalinoski en todas las facetas del juego y, por supuesto, en la anotación junto la ya habitual demostración ofensiva de Osetskowski, una pesadilla siempre para sus rivales.