Satisfacción por el aplazamiento de los Juegos hasta 2021: «Es lo mejor que se podía hacer»

Una decisión tan esperada como celebrada. Ayer el Comité Olímpico Internacional, en una declaración conjunta con el Comité Organizador de los Juegos de Tokio, anunció su decisión de aplazar la cita olímpica en una fecha posterior a 2020, aunque sin rebasar el verano de 2021. Un año más de preparación para los miles de deportistas, federaciones y demás organismos de todo el mundo afectados por la incertidumbre de la expansión del COVID-19.

Es una noticia que también afecta a varios deportistas malagueños. Tanto a aquellos que pueden seguir peleando por el sueño de clasificarse como a los pocos afortunados que ya tenían el billete en su mano. El karateca Damián Quintero, actual número uno del 'ránking' mundial de katas, es el único de la provincia con plaza olímpica. «Creo que la decisión es la correcta porque, viendo la que se nos viene encima y que las condiciones de entrenamiento de muchos deportistas iban a ser muy malas, iban a ser unos Juegos bastante agridulces», valoraba a SUR.

No esconde que supone un chasco, al igual que entiende que es lo mejor ante esta crisis. El torremolinense añade: «Aplazarlos un año es lo mejor que se puede hacer, para reestructurar todos los calendarios, hacer las planificaciones (incluyendo acuerdos con patrocinadores y demás ayudas) y que se vaya el virus. Lo mejor es que ya estamos sin esa incertidumbre e inquietud que teníamos antes, así que a trabajar con vistas a un año». Eso sí, espera y desea que los que ya cuentan con una plaza la mantengan para 2021: «Para los que estamos clasificados, entiendo que deberán guardar nuestra clasificación».

Aunque no con la plaza asegurada, sí hay otra malagueña que hasta ahora ya estaba virtualmente clasificada, junto a la navarra Carlota Ciganda. Se trata de la golfista olímpica en Río de Janeiro Azahara Muñoz, residente en Estados Unidos, donde el confinamiento todavía no es una obligación. «Me parece bien la decisión de aplazar los Juegos. Hasta que la situación no se tranquilice y sea seguro para todos empezar a viajar y reunirnos en grupos tan grandes lo mejor es no hacerlo. La salud es lo primero, y si hacer los Juegos puede suponer una marcha atrás a todo el sacrificio que está haciendo ahora mismo la gente, no es buena idea», asegura la internacional sampedreña.

Otra forma de encajar esta buena nueva entre los deportistas es la que muestran los aspirantes a Tokio más jóvenes o que, a priori, podían contar con menos opciones. Como la remera Natalia de Miguel, que ha pasado de la angustia al alivio en unos días. «A mí además creo que me beneficia porque soy una remera joven y un año más de entrenamiento me supone una mejora, así que creo que podría llegar con mejores condiciones». Algo parecido piensa la nadadora María de Valdés, que busca la plaza tanto en piscina (800 y 1.500 libre) como en aguas abiertas, al igual que Paula Ruiz. «Creo que lo deberían haber dicho bastante antes. Los deportistas teníamos una presión que nos perjudicaba. Ahora nos hemos quitado un peso de encima para poder trabajar», asegura la joven.

Quienes también siguen dependiendo de un Preolímpico son las 'guerreras' de la selección española de balonmano Sole y Marta López. «Es lo más justo, ahora el nivel de estrés ha bajado para muchos de los que no podemos entrenar ahora y ya no vamos a contrarreloj», afirma la extremo derecho olímpica. Mientras, la capitana del Rincón Fertilidad destaca: «Teníamos Tokio muy cerquita, pero esta situación es una catástrofe y lo más justo era que se aplazaran». A falta de sellar la nueva fecha olímpica, ahora es el turno de las diferentes federaciones y entidades internacionales para que piensen en cómo reestructurar sus respectivos calendarios y sobre todo, dar soluciones a los deportistas pendientes de un torneo clasificatorio.